|30|: Apodo

13.4K 2.1K 866
                                    

En este capítulo hasta mis lectoras fantasmas votaran

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En este capítulo hasta mis lectoras fantasmas votaran.

Narrado por Charlotte Sellers:

En el momento que abro los ojos, mi cabeza pesa, tengo la boca seca y mis músculos agotados. Logro abrir los ojos por completo, pero tengo que volverlos a cerrar cuando una potente luz me hace sentí una fuerte dolor de cabeza.

—Ah —exclamo en voz baja al tiempo que pasó mi seca lengua por mis labios.

Necesito un vaso de agua con urgencia.

Intento una vez más separar mis parpados. Lo que admiro a mí alrededor es un ambiente que no conozco. Mis ojos recorren una habitación muy bien cuidada, decorada en colores oscuros y una amplia biblioteca justo a unos pies de distancia de la cama. De tengo mi recorrido cuando mis ojos caen en un ventanal de cristal por el cual se cuelan los potentes rayos del sol. Alguien se le olvido correr las cortinas.

Froto mi cara con las palmas de mis manos y suelto un pronunciado suspiro. Planto mis manos en el colchón para así arreglar mi postura y es ahí cuando mi vita aterriza en Hades.

Mi corazón se descontrola al solo verlo. Mis manos sudan y algo tira de mi estómago.

Hades se encuentra sentado en un mueble justo delante de mí. Sus ojos están cerrados, un cuaderno reposa en su regazo y su pecho, su pecho se halla completamente desnudo.

Parece que por unos cortos segundos olvido respirar, ya que de golpe inhalo con fuerza.

Es él, hades está sentado semidesnudo delante de mí.

Me obligo a apartar la mirada para poder tomar control sobre mi cuerpo y mis emociones.

Debo estar soñando, me digo para mis adentros en un acto de piedad para mis descontroladas hormonas.

Para asegurarme de no estar soñando cierro mis ojos y me pellizco en antebrazos. Con cuidado voy abriendo mis ojos y al ver a Hades me convenzo de lo que estoy contemplando es real y muy sexy.

Tengo que ir a la iglesia.

Una puntada en la cabeza me empieza a recordar algunas cosas. Las imágenes de mí bebiendo vodka, Madi abrazándome, Ethan asegurándome que me traería un jengibre y Hades besándose con la rubia son las primeras que llagan a mi mente.

Oh, Hades me saco de la fiesta cargándome en sus hombros.

Tras de un momento de reflexión, imágenes borrosas de mí en el auto con Hades y el vómito.

Mierda, lo vomite.

Las imágenes son tan escazas que no sé si en realidad lo haya vomitando.

No creo que me haya atrevido a tanto.

Me zafo de la cómoda y caliente cobija, dándome cuenta que las sandalias todavía visten mis pies. Esa es una buena señal, porque supone que no pasó nada sexual entre nosotros.

Perfecta Destrucción| Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora