Hades Bach.
Érebo Bach.
Seth Bach.
Nix Bach.
Cuatro hermanos que ocultan secretos tan temibles como el mismísimo infierno.
¿Te atreves a conocerlos?
Créditos de la portada a: @Aughostn
Obra registrada en Safe Creative.
Código: 2103017057970
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Este capítulo va dedicado especialmente a: zanelaguero gracias por apoyar esta historia y feliz cumpleaños atrasado.
Narrado por Casandra Blake:
Nervios atenazados.
Pulso desbocado.
Ritmo de las palpitaciones de mi corazón, agitándose en cada segundo.
Siento el sudor de las palmas de mis manos, mientras camino de un lado a otro en busca de esa tranquilidad que ahora mismo no tengo. Los latidos de mi corazón terminan con violencia contra mi pecho y un vacío se hace presente en mi estómago.
Esperar es una de las cosas más desesperantes que hay.
Tengo un buen rato esperando por poder mirar el rostro de Érebo, para poder sentir su piel contra la mía, verlo sonreír, sentir que sigue aquí, conmigo. La verdad es que ya está espera me está matando.
Al oír unos pasos acercándose hacia mí ruedo mis ojos hasta la persona que viene a mi encuentro. Es Charlotte, la chica pelirroja que ahora mismo parece muy cercana a Hades.
Sonrió sin ánimos.
Ella me devuelve la sonrisa para finalmente detenerse a una pequeña distancia de mi cuerpo.
—Hola —me saluda con genuinidad.
Con disimulo paso mis manos por la pretina de mi pantalón para limpiar el sudor.
—Hola.
Observo como arregla algunos mechones de su cabello detrás de su oreja.
—¿Estás bien? —se interesa.
Su mirada es tan autentica que me trasmite un poco de tranquilidad mirarla a sus ojos verdes.
—La verdad —adopto un tono más relajado —, es que no, no estoy bien —acepto sin ser lo suficientemente fuerte para seguir manteniendo una postura firme.
Ella reflexiona mi respuesta antes de responder:
—Entiendo —replica —si quieres hablar o... si deseas llorar puedo ser tu compañía.
Durante un rato solo la miro con un ápice de asombro. Ninguno desconocido se ha preocupado tanto por mí antes. Me cruzo de brazos para sentir un poco de colar humano.
