Dream |Julie and the Phantoms| ✔

13. Problemas.

Estuvimos un largo rato contemplando las estrellas y aclarando todo entre nosotros, decidimos quedar como amigos o algo así. La verdad no se que somos, pero es mejor no ir tan apresurados. De todas formas una tristeza se instalaba en mi pecho cada vez que pensaba en nunca vamos a poder tener una relación formal y hacer cosas de pareja; ir al cine, ir a cenar, salir a pasear, ir al parque o presentarlo ante mis padres, ellos quedarían muy sorprendidos si se enteraran de que luke es un fantasma, seguramente me envían a un psiquiátrico y no estaba en mis planes ir a uno.

Decidimos volver al garaje ya que no queríamos levantar sospechas de nada.
Nos detuvimos en la entrada del garaje y luke dejó un beso en mi mejilla. Sus labios son tan fríos y suaves.

—Yo entraré primero y luego tú.

—Si señor—dije bromeando y lo vi atravesar las puertas del garaje.

Yo ya me había acostumbrado a eso y ahora me parece gracioso.

Siento una felicidad enorme por todo mi cuerpo ahora mismo, como si hubiera ganado un año gratis de helado. Nunca antes había estado en una relación o había dado un beso. Sí me gustaron algunos chicos, pero jamás inicié una conversación con ellos por vergüenza y por sentirme con baja autoestima. Cuando leía en mis novelas -y me ponia en el lugar de las protagonistas- supe que el amor es algo maravilloso y que todas las personas en algún momento lo sienten. Todas las noches me iba a dormir con el deseo de sentir aquello y ahora tengo miedo. Miedo porque en todas las novelas que leí no mencionaban una relación humano-fantasma y no sé que hacer o cómo actuar. Tal vez lo mejor sea dejarme llevar y que sea que tenga que ser.
Sé que en la vida real todas las relaciones son distintas, no todo son sonrisas y brillos, hay momentos difíciles y momentos que jamás creiste vivir.

Una oleada de viento frio pasó haciendome temblar y observé a mi alrededor con precaución. Había escuchado una pisada y una rama romperse, si hay algo que nunca me falla es mi oído. Observé entrecerrando mis ojos hacia los árboles y flores tratando de enfocar mi vista, pero no lograba dar con nada sospechoso.
Un mareo me hizo tambalearme en mi lugar y apoyé mi espada contra la pared, llevando mi mano derecha a mi sien. Sentía mi cabeza palpitar y un quejido salió de mis labios.

—Miren a quién tenemos aquí—dijo una voz grave.

Cerré fuertemente mis ojos y los abrí de inmediato, llevando mi vista hacia un hombre con una vestimenta algo particular. Llevaba un sombrero en su cabeza, como de esos los que llevan los magos. Lo miré de arriba hacia abajo con la confusión plasmada en mi mirada.

—¿Quién eres tú?

—Oh cierto no me presenté, mi nombre es caleb querida, mucho gusto.

Abrí mis ojos sorprendida, asi que él es el famoso caleb. Debo admitir que me lo imaginaba mas... temible.

—¿Qué quieres? No tienes nada que hacer aquí.

El mareo y las palpitaciones en mi cabeza desaparecieron y pude respirar tranquila.

—Tengo algo importante que contarte.

—No me interesa—dije cruzandome de brazos y elevando mi mentón demostrando seguridad.

—Oh créeme que esto te interesará.

Se sacó unos guantes negros de seda que no me había percatado que llevaba puestos y los lanzó detrás suyo, los guantes cayeron al césped.

—Veo que estas demasiado callada niña, no me temas no te haré nada malo—soltó una risa—primero debes venir conmigo.

—Ni en tus sueños iré contigo—dije seriamente.