Capitulo 36: El inicio del fin

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Bruce parecía tomarse mi reciente cambio con una postura mucho mas cuerda de lo que Tony parecía afrontarlo. El resto del día radico en una gran variedad de chequeos médicos, análisis de sangre, radiografías, muchos de los cuales ya habían sido realizados con anterioridad el día previo pero Tony no parecía estar satisfecho con los resultados y pedía a los médicos que volvieran a realizarlos.
—¿Cuantos mas faltan?—pregunto con evidente desesperación.
—Solo dos más, cariño—trato de reconfortarme Pepper apretando ligeramente mi hombro de una forma afectuosa, me limite a asentir, no había mas que puediera hacer en dichas circunstancias.
—Es ridículo—escucho que exclama Tony desde el otro extremo de la habitación con sus ojos fijos en las hojas medicas.
—No es ridículo si es la cuarta vez que lo lees—constato, planteándome seriamente el tirarme sobre la mesa exploratoria, calificaba en mis estándares de donde querría dormir  en lugar del suelo, siendo el punto A y principalmente la ventaja de estar acolchonado.

Dios...deja de pensar locuras son las seis de la tarde.

—Estos análisis están mal.—contestó Tony sin más, siendo aparentemente una respuesta más dirigida que para el que para el resto de individuos presentes en la habitación.
Sus manos recorrieron el contorno de su rostro en una evidente muestra de irritación.
—¿Lo están o tú quieres que lo estén?
Los ojos de Tony salieron disparados en mi dirección con una expresión de enfado bastante notoria en su rostro.

Si su rostro hubiera teñido subtítulos estoy segura de que diría "no hables".

—Tal parece no ves lo que yo veo.

¿A no?

—Evidentemente no, porque lo que tu quieres ver no esta en esos papeles.
El silencio se torna de una forma densa en la habitación, volviéndose como una gruesa línea existente entre Tony y yo.
Él se cruza de brazos dando vueltas de un extremo de la habitación al otro, su mano derecha se eleva a sus labios y aprieta los mismos, sus ojos vuelven hacia mi y suspira bajando ambos brazos abruptamente.
—Lo siento, me perdi ¿tenias algo que opinar?—la ironía era palpable.
Mis ojos se ponen en blanco, giro la cabeza en dirección a Pepper pero ella solo mantenía sus manos entrecruzadas, escudriñando a Tony con los ojos pero al mirar al rededor nadie decía una sola palabra, ni ella o Bruce, alguno de los médicos presentes o siquiera Steve.
—En realidad si, llevo dos días en este hospital y francamente, fuera de unos simples hematomas, los doctores no ven mayores razones para mantenerme aquí.
—Estas equivocada en cuanto a eso.
—¿En verdad? ¿Tú crees que no me he dado cuenta que me tienes aquí como tu conejillo de indias personal? ¿Qué es lo que esperas obtener?
Tony suelta una carcajada completamente carente de humor.
—¿En verdad crees que te tengo aquí por esa motivo? Por Dios santo, acabamos de sacarte de una base militar donde te tenias raptada _____, por si no lo habías notado ¡disculpa si los recientes chequeos médicos para salvaguardar tu seguridad son un impedimento para que regreses con tu maldito novio homicida!
Me levanto de un brinco de la mesa exploratoria, tan rápido que Pepper no alcanza a retenerme, cuando llego hasta Tony el ya no me parece tan alto o intimidante, su boca se ha convertido en una fina línea y su semblante se endurece, aunque sus ojos fijos en mí se desvían tan pronto como me visualizaron.
—Esto no tiene nada que ver con el y lo sabes, no te escudes con eso, ni los chequeos médicos, ni nada de esto tiene que ver con el, solo haces todo esto porque no quieres ver lo que tienes ante tus ojos.
Resopla poniendo los ojos en blanco.
De ahí lo abre heredado?
—Por favor...
—¿A no? Mírame, no lo has hecho en dos días ¿crees que negando lo que sucedió servirá de algo?
Tony toma una aspiración profunda y baja su vista hacia mi y por primera vez en casi cuarenta y ocho horas, permanece fija.
—Te veo.
No, no es cierto.
Esa mirada condescendiente, llena de lastima y odio reprimido, ese no era Tony mirándome.
—Eso es mentira!—le grito, pero el ni siquiera se inmuta, me dirijo hacia la mesa exploratoria y no tengo que hacer el mayor esfuerzo cuando está sale disparada lejos de mi dirección, Pepper suelta un grito ahogado y los doctores salen de la habitación,  tomó la báscula de metal que aguardaba donde estaba antes la mesa, el metal era duro y resistente, puedo sentir su frialdad adquiriéndose a mis manos pero mi ceño apenas y se frunce cuando lo parto a la mitad, no es más que ahora un aparato inservible cuando cae al suelo.
—¿Ves eso? ¿Lo ves? —le grito buscando con la mirada que más podía romper en su cara, los ojos de Steve no pueden disimular su sorpresa y tampoco los de Tony, me dirijo a la televisión en la esquina de la habitación pero Tony me toma del brazo con fuerza antes de que siquiera pueda acercarme.
—Ya fue suficiente.
¿Lo era?  ¿En verdad lo era?
Me sujeta con fuerza del brazo pero al momento que dejo de forcejear, él afloja su agarre.
—Esto—enfatizó señalándome.—No lo puedes arreglar, no puedes.
Por primera vez su mirada de Póker se disuelve y veo al menos por una fracción de mirada el verdadero terror reflejado en los ojos castaños de Tony, como una suave brisa apenas perceptible pero lo fue.

—Tony—musita Steve de pronto sacándonos de ese breve lapsus de tiempo, Tony vuelve la mirada a Steve que estaba mirando su teléfono.
—¿Qué ocurre?—pregunto.
—Nada.—se apresuró a responder Tony en un intento frustrado de salir de la habitación, pero en ese momento el teléfono de Bruce también resonó en la habitación, así como el de Pepper.
La expresión de Tony al inclinarse a ver el teléfono de Steve me lo dijo todo.
—Ya reconozco tus expresiones ¿qué está pasando?
—Es un mensaje de Wanda, dice que encendamos la televisión—me respondió esta vez Steve, Bruce se dirigió a encenderla pero Steve abrió un enlace que había en el mismo mensaje de Wanda.
—Ya es tarde—murmuro Steve.
La televisión se enciende y aparece el mismo video que se comenzaba a visualizar en el teléfono de Steve.
—Queridos ciudadanos americanos, una nueva era esta a punto de iniciar, ya no nos veremos obligados a atenernos a las reglas de hombres poderosos que no se preocupan por nosotros, el miedo ya no regirá nuestras vidas, hoy tenemos la oportunidad de elegir, seguir siendo gobernados y vivir aterrados del mañana o ser nosotros quienes decidamos defendernos.
Este es el nuevo orden, esta es la nueva humanidad, ¿desean ser poderosos? Ya no necesitamos a los vengadores, nos tenemos a nosotros mismos, yo los volveré indestructibles.
—Oh mierda—musitó cuando la pantalla del celular de Steve se oscurece y el canal de noticias locales hacía aparición en la televisión, como si la transmisión de Strucker nunca hubiera aparecido. 
Ahora todo tenía sentido, él quería un ejército. 

Circunstancias(Bucky Barnes y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora