19- Verdades y secretos

87 6 32
                                    

Al día siguiente

Joder ahora sí la habiamos cagado en grande

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Joder ahora sí la habiamos cagado en grande.

Nunca había visto a mamá tan enojada y bueno no la culpó es solo que con todo lo que pasó ni siquiera le preste atención al celular ni avisarle que llegaríamos más tarde.

Ahí estaba yo mirando mi techo blanco a la luz del día, mi mano me dolía horrible a pesar de haberla vendado y que mamá me trajera analgésicos junto antibióticos pero los efectos de estos ya estaban pasando.

Cerré mis ojos con fuerza al recordar la golpiza que le propine a ese imbécil, estaba tan llena de furia, sentía la sangre hervir por todo mi cuerpo cuando lo estaba patentado juro que mi intención era matarlo.

Y eso me asusta aunque no me arrepiento.

Habría terminado con él si Frank no me hubiera detenido, tengo tanto miedo de mis propias reacciones cuando me enojó.

Porque simplemente enloquezco me vuelvo otra que lo único que quiere es asegurarse que no vuelvan a tocar a los suyos o a ella misma.

Mi padre me hizo esto, ahora me doy cuenta que herede su locura

Soy como papá cuando esta furiosa que no controla sus instintos.

Seque una lágrima que recorría mi mejilla y recordé como ayer tuvimos que parar en un super-siete para comprarle a Lucy algo de beber y comer para que se calmara.

Frank manejo el auto de mamá de regreso y Hanna iba de copiloto mientras yo atrás consolando a mi hermana que no dejaba de llorar.

Por eso llegamos tarde y ahora estábamos castigadas. 

—Mamá: ¡Niñas a desayunar!

Grita mamá desde abajo dándome cuenta que son las 9:00 de la mañana en domingo, hace unas horas estaba regañandome y ahora me ofrece comida.

Maldición muero de sueño no dormí nada o bueno dormite.

Me levante y me mire en el espejo. Vaya que lucia horrible llena de ojeras, demacrada y desaliñeada.

Trate de peinar un poco mi pelo con mis dedos pero me arrepentí de inmediato cuando mi mano rozó con este.

Fui al buró y me tome otras pastillas quería que el dolor se fuera ya.

—Mamá: ¡Jessica, rápido que se enfría!

Aghhhh.

—¡Ya voy!

Suspire y baje no quería hacerla enfadar más no me gusta verla así juro que yo quería decírselo, entre nosotras no tenemos secretos, siempre le cuento todo pero ahora no era mi secreto.

Lucy me hizo prometerle no decirle a mamá ¿Porqué? ni yo lo sé.

Me senté en la mesa y ví lo que era de desayuno dándome asco de solo verlo.

El Diario De Una NinfómanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora