34- Bella

60 5 1
                                    

3 meses después

Nunca en toda mi vida creí en cuentos de hadas, jamás pensé que eso fuera real mucho menos que un príncipe azul en caballo blanco vendría a salvarme de las garras del ogro que me azotaba con el cinturón cada noche y me hacía exorcismos para sacar ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nunca en toda mi vida creí en cuentos de hadas, jamás pensé que eso fuera real mucho menos que un príncipe azul en caballo blanco vendría a salvarme de las garras del ogro que me azotaba con el cinturón cada noche y me hacía exorcismos para sacar el diablo dentro de mi.

Sabía desde niña que los finales felices no existían pues veía a papá golpear a mamá lo veía arrastrarla del cabello por toda la casa maldiciéndola por según esto tener un amante el cual jamás existió.

Creci pensando que los hombres eran malos, me costaba mucho confiar en ellos y el primero en que lo hice fue en mi mejor amigo Tobías. Él se ganó mi confianza poco a poco y logramos congeniar.
Con el perdí mi virginidad, con él experimente los deseos sexuales más obscuros que jamás pensé que mi cuerpo pudiera sentir.

Con Tobías me convertí era una ninfómana.

Me enamore de él aún cuando prometimos no hacerlo y cuando por fin me atreví a decírselo me hizo saber que no sentía lo mismo.

Un corazón roto apareció yo había luchado toda mi vida para que eso no me sucediese pero fracasé.
Seguido de eso este se fue, me dejó sola cuando más lo necesitaba.

Después de vagar por el mundo y seguir con mi adicción de estar en la cama de desconocidos conocí a Daniel.
A ese chico de mirada conquistante y sonrisa traviesa me enamore de sus ojos que me penetraban con la mirada y parecía ver cada detalle de mi alma sin emitir palabra alguna.

Me enamore de una Bestia pero al principio no se dió a conocer como tal era bueno conmigo, caballeroso, gentil y tierno.

Por primera vez me atreví a tener una pareja formal y este parecía corresponderme.

El prometió amarme por siempre pero me manipuló de tal forma que me hizo pensar que si él no estaba conmigo nadie me querría.
Era extremadamente manipulable me hizo confiar en él así que le conté de mi adicción al sexo así como lo vivido con mi padre. De forma ingenua pensando que me entendería solo que no fue así.

Uso todas mis debilidades en mi contra me alejo de mi familia, amigos y conocidos.
Me humilló, me maltrato tanto física como emocionalmente pero aún así yo seguía creyendo que me amaba que era mi culpa que yo lo había provocado.

Estaba ciega de amor pero a la vez le tenía pavor le empecé a temer esa Bestia hasta de no responderle los mensajes o llamadas a tiempo y cuando me dió la primer bofetada me conforme con rosas y un estúpido perdón.

Caí en sus mentiras que jamás volvería a lastimarme.

Lo cumplía unos días hasta que yo volvía a cometer el mínimo error y otra vez se ponía agresivo.

Yo tenía tanto miedo de él pero a la vez temía perderlo y volver a estar sola.

Esa relación llegó a tal que fuimos el cuento de La Bella y la Bestia.

El Diario De Una NinfómanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora