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Recuerdan a Daniel; sí ese mismo que la niñita pelirroja de 3 años agredió y dijo que era malo, sí ese mismo que muy apenas me volteaba a ver así compartiéramos más de una clase, sí ese mismo que yo idealizada y tenía en alto por lo atractivo que era y que ante mis ojos era perfecto.
Ese mismo se había convertido en mi novio hace unos meses.
Al principio estaba tan emocionada era mi primer pareja formal, yo jamás había tenido una relación seria y cuando después de la tercer cita le propuse que fuéramos novios y acepto yo enloquecí.
Me sentía tan agradecida con la vida que al fin me había aceptado que al fin tendría novio y no uno cualquiera sino él precisamente él Mi Dany de ojos traviesos.
Los primeros meses fue magnífico él era todo un caballero que me abría la puerta del auto cuando salíamos algún lugar, me dejaba en la puerta de mi casa despidiéndose con un beso, cada que podía me daba flores o chocolates.
Juro que al principio eso lo sentí raro, creí que eso ya no se hacía y me sentía extraña pero en el fondo me gustaba además me decía nena un apodo lindo para mí.
Poco a poco me fui acostumbrando a sus detalles románticos y sus palabras ideales en el momento exacto.
¿Que ridículo no? Tengo 22 años y jamás había tenido pareja.
Muchas veces me pregunte ¿Que estaba mal conmigo? ¿Porque nadie me quería como su novia? ¿A caso tenía tantos defectos como para que nadie quisiera andar conmigo?
Por ello estaba tan agradecida también con Dany por estar a mi lado pues sinceramente casi nadie me tomaba enserio pues se rumoraba que me metía con todos y eso no estaba tan alejado de la realidad.
Yo lo había visto desde el primer día en la universidad y desde ese momento algo hizo click.
Se que suena ridículo y muy cliché pero así fue para mí, sin embargo no para él ya que ni siquiera me volteaba ver.
Ja, hasta recuerdo que hace unos meses hice un intento amarre junto con Hanna para conseguir que Daniel se me declarará.
Ella se había ido a vivir unos días conmigo y mi familia pues se había peleado con su hermana mayor y está decidió alejarse por un tiempo.
Obviamente la acepte cuando llegó con el rimel corrido y sus maletas en mano, no iba a dejar que durmiera en la calle.
Además mamá ya la quería como una hija más así que esa misma noche le preparo chocolate caliente con bombones y Hanna se desahogo con ella.
Hanna siempre fue un caso desde adolescente y así en su etapa rebelde la conocí ella maduro un poco cuando nació su sobrina pero no del todo después de todo tuvo que crecer de golpe a sus 15 años casi 16 para hacerse cargo de una bebé que no era suya.
