Extra 1

77 5 0
                                    

*23 años atrás*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*23 años atrás*

Tenía 16 años cuando mis padres me casaron con un hombre mayor, ellos organizaron toda la boda o bueno mamá.
Desde el vestido, los zapatos, el maquillaje, el peinado, el banquete, las invitaciones bueno hasta el salón en el que sería.

Yo solo fui sumisa como me enseñaron desde niña, prácticamente solo fui una muñequita de aparador que vistieron para ese gran día le dijeron que sonriera hasta el final de la ceremonia que agradeciera a mis padres y esposo por todo.

Que cualquier chica se sentiría afortunada por tener la gran boda que tuve hasta me hicieron sentir mal por qué no estaba del todo contenta.

Nadie sabía del porque pero mi secreto era que no quería casarme yo no amaba a ese hombre es más pocas veces lo ví antes de la boda.

Enserio tenía grandes sueños yo quería ser una bailarina de ballet tenía el talento para brillar en Broadway según me dijo mi maestra pues desde los 3 años había estado en clases y había logrado destacar entre las demás. Era una excelente bailarina enserio me costó mucho esfuerzo ganarme esa beca para estudiar en la academia de baile de Broadway Dance Center.

Pero mis padres me hicieron rechazarla ya que eso no estaba dentro de los planes para su única hija.

Desde que nací fui una desilusión para mis padres pues ellos querían un varón fui hija única pues mamá ya no pudo tener más hijos así que toda mi vida sufrí el rechazo de ellos.

Me esforzaba para llamar su atención era la mejor de mi escuela la mejor en clases de ballet la mejor hija la mejor en todo pero nada parecía funcionar ellos siempre me dijeron que si hubiera sido hombre no tendría que haberme esforzado tanto.

Así que no pude decir que no cuando a mis 16 años me dijeron que me casarían con un judicial y que era afortunada pues muchas querían con él solo que me eligió a mi.

Fue horrible pues en la luna de miel estaba tan asustada porque sería mi primera vez, tontamente creí que sería lindo y delicado pero no lo fue.

Me lastimo tanto que tuve dolor en el vientre bajo y piernas por días sin mencionar los moretones en estas últimas por su rudeza.

Y por si fuera poco después de un tiempo comenzó a golpearme por el más mínimo error que cometía y cuando pedí ayuda a mis padres ellos me dijeron que eran problemas de pareja que debía resolverlos con él.

“La ropa sucia se lava en casa si fueras buena esposa no tendría porque golpearte”

Estaba sola en ese infierno hasta que llegó mi pequeña Aranza; una hermosa bebé de piel blanca ojos grises pelo negro que amé al instante.

Cuando nació y pude sostenerla en mis brazos tuve ese pequeño momento a solas con ella, con mi bebé perfecta durmiendo pegada a mi pecho, se sentía protegida yo era su fuente segura.

El Diario De Una NinfómanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora