05- Una pequeña venganza

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—Mamá cálmate no estábamos haciendo nada malo.

Le repetía cuando estaba sacando a Tobias de la pierna arrastrándolo de debajo de mi cama mientras yo estaba de rodillas encima del colchón mirando la escena.

—Mamá: ¿¡Como entraste eh!?

Le dijo molesta y este se sacudía la ropa mirándome mal por la situación que lo puse.

Ups.

Tobias: ¿Por la ventana? pero no estábamos haciendo nada malo solo charlabamos.

Sonaba nervioso quizás pensaba que mamá iría por la escoba y lo sacaría a escobazos aunque yo también lo creía en estos momentos de tensión.

Una vez ambos estaban de pie, mamá suspiro para calmarse.

Mamá: Muy bien sientate en la cama, Jessica los pies en el piso ambos.

Le hice caso pero Tobias no, él ya quería irse de aquí y no lo culpaba.

Tobias: Será mejor que yo me vaya y hablen a solas.

Traídor, era un vill traidor al quererme dejar sola en esto.

—Mamá: No Tobias más vale te sientes o llamó a tú mamá y le digo que estaba escondido bajo la cama de mi hija.

Tobías obedeció y se sentó a mi lado pues su mamá era algo intensa y neurótica a veces casi siempre.

Y bueno nuestras mamás se conocían se llevaban bien para colmo.

Mamá sonrió satisfecha y tomó mi silla del escritorio y se sentó frente a nosotros.

—Mamá: Muy bien niños o bueno ya no tan niños ya le di esta charla a mi hija hace tiempo pero ahora que estas aquí creo que es momento de recordarla.
Les daré la charla.

Vergas.

—Mamá no es necesario ya sabemos...

La interrumpí pues no quería estar en esta situación tan incómoda con Tobías.

Tobías: Sí Ángela mira nosotros solo estábamos platicando.

Mamá: Pues sí pero mira después de la plática siguen las caricias los besos y después de buenas a primeras ya están desnudos uno encima del otro gimiendo así Ahhh....

Gimio, ¡Mamá gimio frente a nosotros! dejándonos anonadados y traumados.

Nadie en su sano juicio quiere escuchar a su madre hacer eso y lo peor es que continuo dándonos la charla con mis viejas Barbies y el pobre Ken mostrandonos todos hasta un embarazo salió e imitó los llantos de dicho bebé.

Hasta habló de métodos anticonceptivos.

Sin duda no volveré a meter a ningún chico en mi cuarto esto fue peor que si me hubiera gritado o castigado.

No pudimos salir ni evitar la charla a pesar que ambos en momentos cerrabamos los ojos y tapabamos nuestros oídos mamá no paro.

(...)

Solo estuvimos en casa 3 días sin salir y por fin volví a la preparatoria digo no es que me guste pero es mejor que estar encerrada.

Entre al edificio este era antiguo al igual que sus construcciones era buen colegio pero no de los mejores sin embargo si tenían buen plan académico y excelente plan de estudios que es lo que mamá buscaba, ella se esforzaba en su trabajo de doble turno en la pastelería para que yo pudiera estar aquí así que no podia desaprovechar esta oportunidad.

El Diario De Una NinfómanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora