Epílogo

75 4 0
                                    

Meses después

—Solo quiero olvidar, quiero borrar lo que pasó, todo esto es demasiado para mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Solo quiero olvidar, quiero borrar lo que pasó, todo esto es demasiado para mí.
Es como una puta pesadilla de la cual no puedo despertar y me duele tanto que siento que me voy a quebrar sino lo olvido.

Me encontraba en ese sillón para dos de piel blanco, abrazaba mis rodillas mientras lágrimas gruesas corrían por mi cara, finalmente me había derrumbado.

No podía parar de llorar y la verdad no quería hacerlo.

—Lorena: Ya te dije que no estás aquí para olvidar sino para superar para que un día solo sea un recuerdo que no duela tanto.
Esos eventos de tu padre de tú ninfomanía y Daniel marcaron tu vida -mi cara estaba totalmente empapada- Pero eres tú quien decide si dejas que sigan torturándote o aprendes a soltarlo. Como un globo que cuando sueltas la cuerda esté se va al cielo y poco a poco se pierde hasta reventarse.

Lleve mi cabeza hacia atrás y me abracé a mi misma frotando mis brazos no podía dejar de llorar. Después de tantas sesiones por fin pude hacerlo al fin pude soltar todo el miedo que siempre me siguió desde que tengo memoria.

Asentí varias veces quería que esto acabará aunque ya me había dicho que llevaría su tiempo tal vez años.

—Si, si por favor ayúdame te lo suplico ya no quiero sentir esta sensación ya no quiero sufrir, esto es terrible él era un bestia vestido de príncipe azúl él era...

—Lorena: Él era como como tu padre... y tú aprendiste esos patrones que aunque sabías que estaban mal terminaste siguiéndolos involuntariamente porque marcaron tu niñez.

Sus palabras eran tan duras pero reales yo solo lloraba tanto en el consultorio de mi psicóloga que mi vista se torno borrosa por las lágrimas.

—Fui tan estúpida, prometí jamás enamorarme para no salir lastimada pero caí en las garras de ese idiota que me hizo pedazos todo porque lo amaba.

—Lorena: Jessica lo que sentías por el no era amor sino dependencia.
Mira conforme las sesiones han pasado hoy te puedo decir que ya tengo tu diagnóstico; tienes el Trastorno de identidad dependiente.

Arrugue mi frente y sorbí mi nariz limpiándome con los pañuelos que estaban en la mesita de centro.

—¿Trastorno de que?

—Lorena: Es un trastorno dónde las personas que lo padecen no confían en su capacidad de tomar sus propias decisiones.
Se sienten alteradas ante la idea de separarse de alguien o incluso peor cuando piensan que la perderán, estan dispuestas a soportar cualquier tipo de violencia ya sea física o emocional con tal de que no los abandonen.
Su mayor miedo es la soledad y por eso hacen lo posible por mantener esa relación.

«En tu caso experimentaste el rechazo de tu padre desde niña y buscabas ese amor en los hombres con los que te acostadas de ahí salió tú ninfomanía y luego apareció Daniel al que creías amar porque te trato como siempre quisiste que lo hiciera tú progenitor. Sin embargo jamás sentiste amor por él ni el por tí.
Lo que Daniel sentía por ti era poder y satisfacción de saber que podía controlarte de manipularte a su antojo»

El Diario De Una NinfómanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora