10- Pequeño ángel

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Lucy: Ahhhh lo siento, lo siento yo no quería.

Grito tirada en el piso pues el fuerte impacto del arma que ella misma disparó la hizo caer.

Era mi arma con la que yo misma le había disparado hace días, no entendía como había llegado a sus manos.

Papá se fijó en su abdomen justo al costado....

Una mancha roja apareció haciéndose cada vez más grande en su camisa blanca. Me miro a mi luego a su abdomen de nuevo después la miro a ella.

Se quito de encima mío y yo pude liberar mis brazos que estaba oprimiendo con su cuerpo quitándome la cinta de la boca quedando sentada en el piso mirando la escena.

—Papá: ¿Que me hiciste mi angelito?

Le dijo tocándose la herida sentado en el piso y mirándola con incrédulidad ella lo miraba en silencio asustada.

—Papá: Creo que será la primera vez que tenga que castigarte. 

—Noooo, dejala no le hagas daño.

Se paro y fue hacia ella así que me paré rápido poniéndome en su espalda para que no la tocará pero me empujó tan fuerte que me golpee la cabeza quedando algo inconsciente pero no del todo pude ver como cargaba a mi hermanita y se la llevaba arriba pero yo no pude hacer nada de nuevo no pude hacer nada.

Pues mis ojos se cerraron oyendo por último sus gritos de auxilio.

Lucía (Especial)

Hace 4 años

Lo último que recuerdo de mi hermana es que estaba tirada en el piso y papá a su lado con lo que parecía ser un cable o látigo después se llevó a mamá del pelo y cuando quise ayudarla mi cabeza dolió horrible como si me hubieran enterrado algo filoso en ella y me dormí.

Creí que llegaría al cielo al despertar como Aranza me decía en el cuento pero no fue así, desperté en un cuarto grande con caballos de juguete en el buró y una ventana que daba al monte.

No había rastros de mamá ni Aranza y eso me hizo sentir mucho miedo.

—Quiero a mi mami y a Aranza.

Le dije a papá entre lágrimas y él me daba sopa de verduras en la boca sonriendome dulce.

—Papá: Ellas nos abandonaron pequeño ángel se fueron sin tí sin mí porque no nos querían pero no te preocupes yo jamás te dejaré.

Mami no pudo dejarme ella dijo ese día que nos iríamos esa misma noche cuando papá durmiera.

—¡¡¡Mentira yo me iba con ellas tú le pegaste a Ary y luego a mi!!!
Eres malo, malo muy malo.

Aventó mi plato de sopa a la pared lo que me hizo saltar asustada y mis piernas se mojaron al igual que el colchón donde estaba.

Me había hecho encima y no estaba Ary para ayudarme.

—Papá: ¡Silencio! Jamás oíste bien, jamás vuelvas a decir eso escuchaste -Empecé a llorar en silencio estaba aterrada y ahora no tenía a mamá ni a Ary para que me consolaran- No, no pequeño ángel no llores por favor siento haberte gritado pero yo mismo me castigare.

Saco un látigo del buró y comenzó a azotar su espalda pidiendo perdón al cielo.
Eso me asustaba tanto solo quería a mamá a Ary ¿Porque no me llevaron? ¿Ya no me quieren?

Después que terminó de azotarse me dió un beso de buenas noches diciendo que este era nuestro nuevo hogar y que ya no volveríamos a la secta.
Que solo seríamos él y yo y que va protegerme de los malos de haya afuera ya que hay muchos.

El Diario De Una NinfómanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora