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La luz del sol entra por el ventanal en forma de puerta que da vista al bosque y alberca de esta cabaña.
Maldigo por lo bajo porque no hay cortinas para poder tapar la luz que entra por esta puerta de vidrio haciendo que tenga que taparme la cara con la almohada llena de plumas realmente cómoda que quisiera robarme y llevarme a casa.
Estoy muerta de sueño y cansancio, creo que desvelarme hasta noche fue mala idea y más haciendo esas estúpidas actividades al aire libre que sugirió Carlos.
Ash.... ese hombre y sus ideas de “Jueguitos en familia” ahora por su culpa estoy llena de ronchitas pues caí en hierba venenosa al intentar ganar el juego de la búsqueda del tesoro.
Quizo recompensarlo con un absurdo chocolate que al final resultó ser muy delicioso pero no voy admitir en voz alta.
Observo a mi hermana dormir con la boca abierta y saliva seca en su boca, es un total desastre pero bueno nadie se ve bien dormido no es como en las películas.
Me levanto a regañadientes viendo en mi celular que son las 7:00 am y aún no tengo señal.
¡Genial! No creo poder conseguirla aquí.
Me bajo de la cama por la escalerita de madera y cuido de no despertar a mi hermana, voy al baño del pasillo al parecer todos duermen menos yo.
Detesto que todos puedan dormir hasta tarde pero yo no es algo frustrante.
Ahí en el baño me veo en el espejo, soy un asco llena de manchitas rojas por todos mis brazos, tengo la ansiedad de rascarme pero se que no debo hacerlo o será peor.
Doy una pasada con los ojos al baño, todo es de madera y una pequeña ventana dando una hermosa vista, una regadera pequeña muy acogedora.
Debo admitir que es un lindo lugar para respirar aire fresco y olvidarte del mundo real un rato.
Tomó la crema que me puso mamá anoche y me unto en brazos rogando para que el ardor pase pronto y que estas cositas rojas se quiten pronto.
Salgo de baño bajando por algo de desayunar al menos Carlos hizo algo bueno y antes de traernos a este lugar hizo el super con todo lo necesario para sobrevivir una semana y media.
Una vez en la cocina me sirvo un poco leche y después hecho el cereal. No sé en que momento acepte venir aquí, solo que mamá entró hace dos noches a la sala tan emocionada diciendo que como eran inicios de vacaciones y que Carlos nos había invitado a pasar unos días a su cabaña.
Estuve a punto de negarme pero al ver su cara de ilusión no pude decirle que no.
No voy a negar que esta cabaña es linda hasta alberca tiene, Lucy y yo tuvimos oportunidad de escoger cada quien un cuarto pero quisimos compartirlo.
