Armor/Landon Austin
𝐇𝐞𝐥𝐞𝐧𝐚
Estaba harta.
Harta de esta vida, de siempre anhelar una tranquilidad y normalidad que parecía imposible a sus ojos. Harta de amanecer día a día y rezar que a ninguna persona que amara le pasara algo.
Estaba harta de ser una semidiosa.
Ella nunca quiso serlo.
Lo habría dejado si se lo propusieran.
Todos aquellos pensamientos asaltaban su mente en aquellos instantes en los que todos hablaban, ella no los escuchaba; su mente se había perdido en su sufrimiento de pérdida como una idiota.
Miraba sus manos, que eran frías como un tímpano y cubiertas de cicatrices rosadas.
Nico sólo tenía seis días.
Seis días.
La reunión termino, en un frío silencio, ella se levantó y con pasos firmes fue a su camarote sin hablar ni mirar a nadie, su mirada era fría y mantenía la vista en el frente, como si llevara una corona en la cabeza.
Escucho la suave voz de su novio.
Pero ella no lo miró.
Ella no podía mirarlo, sabía que sí lo hacía, los gritos que desgarraban su pecho la harían llorar y aquello que la mantenía aún de pie se romperían, haciéndola caer; Helena simplemente no podía fingir si se trataba de Percy.
Su puerta se abrió, lentamente, y ella podía sentir la mirada de sus compañeros en ella. Pero en cuanto la puerta se cerró, ella se quitó aquella corona, sus piernas temblaron al igual que todo su cuerpo y la desesperación le golpeó con la fuerza de un tren.
El dolor en su pecho renació, con la fuerza de un titan, derrumbando todo lo que había luchado en mantener de pie.
Mi cuerpo se deslizó por la pared de madera hasta que mi cuerpo tocó el suelo y mis manos taparon mis ojos, soltando lamentos silenciosos para que no pudiera escucharse nada.
Deseaba gritar, romper todo a mi alrededor y descargar toda aquella impotencia en alguien, en aquellos que se habían encargado de hacerme la vida imposible. Nico solo tenía catorce años ¡Él no tenía que pasar por todo esto! No más de lo que él ya había vivido, entonces ¿Por qué se empeñaban en joderle la vida? ¿Por qué?
Mire el jarrón de flores marchitas que había en mi mesa de noche, al lado de mi cama. Era de un color negro, pero a mis ojos era de un color blanco con detalles en azul, como aquel jarrón que yo había roto el primer día en el campamento cuando era una niña.
Mis recuerdos tomaban el control de mi cuerpo e instintivamente lo tomé, yendo a sentarme en una de las esquinas del cuarto, temblando.
Estaba recayendo.
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𝐌𝐨𝐨𝐫𝐥𝐚𝐧𝐝; Percy Jackson [#3]
Fanfiction❝ You left me there alone and at the mercy of the pain of your departure, that beautiful meadow in which we both once laughed became a paramo that the only thing that brought me was soleized❞ ❝ Me dejaste allí sola y a merced del dolor de tu partida...