Capítulo 1: El caso del hotel

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Solo he podido seguir adelante por la frase que se mantiene grabada en mi mente, sin importar el tipo de situación: Si no encuentras ningún camino que te lleve a la Verdad, lo único que tienes que hacer es...


16 de Junio, 22:20 PM. Hotel Pollo con Papas - Habitación #25.


—¡HAHAHAHAHA!

Mi estallido de carcajadas resuena por el cuarto del lujoso hotel en el que me estoy hospedando. Esos años de práctica indudablemente dieron sus frutos, al haber transformado mi orgullosa risa en lo que siempre deseé que fuera: Un equilibrio perfecto entre la arrogancia y determinación.

—¡Yo, la increíble Detective Hanako, estoy apunto de descubrir la Verdad!

Mi nombre es Hanako Yoshida. Soy una detective privada que empezó a trabajar hace un par de meses, a mediados de Marzo. En este corto período ya he resuelto una gran cantidad de casos, de los cuales muchos creían que eran imposibles de solucionar, más aún si solo una persona lo manejaba. A día de hoy, no fallé en dejar a alguien boquiabierto tras contemplar mis deducciones en primera fila.

Agresiones físicas, hurtos, secuestros, chantaje, al igual que espiar sospechosos. La naturaleza del crimen al que me enfrento da lo mismo, pues todos terminan de la misma manera: Con su Verdad siendo expuesta por mí. Incluso he superado a la policía de Sins Valley en reiteradas ocasiones, quienes no les quedó de otra que reconocer mis habilidades. No lo suficiente, si me permiten agregar. Mis logros conllevaron a que saliera en diversas noticias y recibiera numerosas invitaciones a varios programas de televisión, cada uno rechazado debido a que no me interesa participar en esas mierdas falsas. Actualmente soy conocida en la ciudad como la Súper Detective. No es por echarme flores, pero es un hecho objetivo que mi fama es totalmente merecida.

—Y la Verdad de este caso es la siguiente: ¡ESTOY JODIDAMENTE POBRE!

Si bien me han contratado un amplio grupo de clientes, el dinero que recibí de ellos es comparable a un peso argentino. Y por muy increíble que suene, la culpa no es suya por pretender estafarme... En realidad es mía. Cuando accedo a investigar, lo primero que hago es aclararle a la persona que no está obligado a pagarme mucho. Esto se debe a que mi objetivo no es ganar dinero con mi profesión... Sino más bien revelar múltiples Verdades ocultas. Conseguí vivir con el poco efectivo que me entregan gracias a la absurdamente larga lista de casos que solventé.

Otros en mi lugar habrían aprovechado mis capacidades deductivas para aprovecharse y exigir el doble de la cantidad monetaria establecida. Por suerte yo soy diferente y pienso con firmeza que la Verdad no tiene precio y lo ideal es que sea gratis solicitar que alguien la destape. Mi ambición excede con creces a esos sobrevalorados papeles verdes.

—Joder, nunca pensé que perdería todo el dinero que obtuve registrándome en ese puto hotel...

A pesar de ser una profesional, soy demasiado grosera cuando hablo. También suelo adoptar una actitud exagerada en relación a mi trabajo, hasta el punto de realizar deducciones absurdas como la de ahora: Que estoy jodidamente pobre. ¿Por qué hago esto? Ni siquiera yo sé responderlo. Es un hábito que he arrastrado desde pequeña, y siendo honesta no quisiera perder esta pequeña costumbre.

—¡Y PARA COLMO LA HABITACIÓN NO DEJA DE OLER A POLLO CON PAPAS!

Hace unos días que duermo en el Hotel Pollo con Papas, la cadena de hoteles con más reputación del país entero. Es tan así que tienen extremo cuidado con los sujetos que se registran, dado que a la gente con el poder de dañar la imagen del hotel se les prohíbe hospedarse aquí. No es inusual que alguien famoso como un empresario o un actor famosillo use temporalmente un cuarto de este lugar. Por supuesto, al ser un icono de la ciudad, a mí me aceptaron la entrada sin problemas.

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