Súper Detective Hanako

Capítulo 25: Enfrenta tus miedos

—N-No puedo creerlo... ¿El Búho Nocturno a-amenazó a alguien más?

Kazuya ha escuchado atentamente todo en silencio y recién ahora veo la incredulidad en su rostro.

—Lo de Yuki no se compara en nada a lo que le obligó a hacer a Toshiro.

El caso del Creyente Iluminado se ve como una puta broma, pero lo de este empleado... Prácticamente lo forzó a convertirse en un cómplice en el asesinato de OldFun.

—Detective.

El llamado de Toshiro me toma un poco por sorpresa.

—¿Qué ocurre?

—Lo mejor es que abandones el caso. Todavía estás a tiempo de escapar del Búho Nocturno... Ya es muy tarde para mí.

Recibiendo esa sugerencia, mi cuerpo se mueve por si solo y mi brazo agarra el disfraz de Toshiro. Lo levanto con fuerza para ponerlo de pie.

—¿E-Eh?

—Escúchame. En lugar de esconderte en un rincón y aceptar tu muerte como si nada... Deberías levantarte y luchar para evitarla.

—¿Cómo q-quieres que haga eso? Es el Búho... El mismísimo Búho Nocturno... Ha matado a tanta gente, por tantos años...  He podido contemplar con mis propios ojos una víctima suya... Y lo peor es que le conocía... Pensar que así acabaré yo, me aterra...

Su respiración es entrecortada. Me imagino como la ansiedad está recorriendo por sus venas.

—Si tan solo no hubieras descubierto todo eso... Si tan solo no te hubieras involucrado en el caso... Ese detective policial jamás habría sospechado de mí... Y el Búho me terminaría dejando en paz por haber cumplido con sus demandas... Pero apareciste.

—...

—Revelaste cada una de las cosas que me pidió hacer. Es que ni siquiera te faltó una... Hiciste un trabajo perfecto.

—...

—Y no te puedo culpar. Eres una detective y tu trabajo es averiguar lo que ocurrió en un crimen... Te admiro por eso.

—...

—¿Pero, qué hay de mí? Ahora que en la investigación descubrieron que yo causé que el arresto de Yuki, el Búho me asesinará por haberla cagado. Me eliminará con un simple corte de su cuchilo. Me dejará tirado en el suelo, mientras muero desangrado como ese artista.

Se agarra el pecho fuertemente, como si se lo estuviera por arrancar.

—¿Por qué yo? ¿Por qué justo a mí? ¿Por qué no a otro empleado? ¿Qué hice para merecer esto? ¿Por qué voy a morir?

Toshiro seguía hablando y hablando. Amontonando todas esas ásperas palabras y preguntas sin respuesta. Desahogándose con toda su situación, la cual mantuvo oculta desde ayer, compartiendo todos sus temores.

Kazuya es incapaz de decirle algo. No es alguien que pueda discutir con la gente, mucho menos de interrumpir a alguien en medio de su ataque de pánico.

Es por eso...

...Que yo...

...Cierro los ojos...

...Y...

...Doy un potente aplauso, para que el sonido detenga a Toshiro. Tengo éxito, pues ha parado por mi repentina acción. Kazuya me lanza una mirada confusa por lo mismo.

Tomo aire, mientras mi boca se curva en una afable sonrisa y mi voz se torna infantilmente alegre.

—¡Casi lo olvido! Todavía no te he agradecido, Toshiro.