Capítulo 41: ¡Denme info!

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13 de Agosto, 12:01 PM. Academia Hacha de la Esperanza, Vestíbulo.


Al abrir las puertas de la entrada con una épica patada, me adentro en la escuela junto a Kazuya. Ambos estamos empapados de sudor y jadeantes, a pesar de que solo empezamos a correr cuando terminaron de checarnos los guardias de la entrada.

Intentando recuperar el aliento, mi compañero me lanza una mirada de reproche.

—¿P-Por qué siempre... Corres sin a-antes avisarme?

Manteniendo la espalda encorvada y debido al cansancio, mis manos se apoyan en mis muslos. Antes de contestarle, respiro profundamente para regalarle a mis pulmones el aire que están pidiendo a gritos.

—L-Lo siento, no pude e-evitarlo... Recién caí en cuenta que el gilipollas de Satoshi puede finalizar la investigación cuando le salga del escroto, y no puedo permitir que el asesino se escape.

—¿ASESINO? ¿AQUÍ? ¿QUIÉN DEMONIOS FUE EL MALNACIDO QUE MANCHÓ ESTA ACADEMIA CON SANGRE, UNO DE LOS LÍQUIDOS MÁS IMPUROS QUE EXISTEN?

Una bulliciosa voz se gana nuestra atención. El conserje culón y bailarín del colegio: Yamato, está frente a nosotros con una expresión de asombro adornando su femenino rostro.

...

Y acaba de enterarse del homicidio, algo que se supone que debo mantener en secreto.

HOSTIA PUTA.

—¿D-Dije asesino? Q-Quise decir... ¡¡¡AH, C-CANSINO!!!

Al colocarme a su lado con pasos apresurados, le clavo mi codo en su costado con sutileza.

—¡¡¡QUE CANSINO D-DEBE SER LIMPIAR TODOS LOS DÍAS!!! ¿A Q-QUÉ SÍ, Y-YAMATO?

Por favor, dotes actorales deficientes... No me fallen ahora.

—Quizás lo sea para otros seres humanos...

Diciendo eso, procede en balancear su trapeador como si fuera una espada legendaria al mismo tiempo que alza su voz.

—¡PERO PARA EL DEFENSOR DE LA LIMPIEZA: YAMATO, SU TRABAJO NUNCA SERÁ CANSINO!

Tras ver como se tragó mi mentira con patatas, suspiro aliviadamente. Por fortuna este hombre es un imbécil de mucho cuidado cuyo cerebro solo piensa en el aseo y en su música de mierda.

Luego de ordenar mis prioridades mentalmente, le dirijo la palabra.

—Yamato, perdona si te molesto en tu actividad favorita del día...  Necesito hacerte un par de preguntas. Solo tomará un momento.

Dudo que acepte sin quejarse, pues está en medio de su asqueroso pero amado trabajo.

El hombre de la cabellera rosada se encoge de hombros con despreocupación.

—¿Por qué no? Tener una conversación amena con alguien también sirve para purificar el estado mental.

¿Aceptó pausar su imparable limpieza... Y bajó el tono de su estruendosa voz?

Me acaba de dejar el culo prieto. Creo que lo juzgué mal por l-

—Adelante, jovencita de vestimenta graciosa. 

...

No te patearé en las bolas solamente porque quiero que abras la boca para contestarme, y no para gritar como una perra escandalosa.

—¿Tienes idea de si todavía está en uso...

Aparto la vista de él, para nada con un aire sospechoso.

Súper Detective HanakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora