Capítulo 21: La pesadilla del músico

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30 de Junio, 11:59 AM. Parque Pakapaka - Zona de tiendas.


Mis oídos son invadidos por la música infantil destinada para distraer a niños con retraso mental y mi nariz es atraída por el aroma de la gran variedad de comida que venden en los numerosos puestos de esta zona, a medida que camino en línea recta con pasos firmes y seguros.

—Todavía no me has dicho porqué volvimos a la zona de tiendas...

Siguiéndome a mi lado, está Kazuya con sus ojos puestos sobre mí.

Escribí mentalmente una lista de prioridades usando como base el análisis previo que realicé con respecto a todas las personas involucradas con el caso.

Para avanzar con la investigación necesito interrogar a tres personas que conocí en este lugar. Estoy segura de que ninguna de ellas se irá pronto, por lo que no me preocuparé si tardo mucho con mi objetivo actual.

Ahora mismo me estoy dirigiendo hacia la primera de esas personas, junto a mi querido Kazuya, a quien no le he explicado nada aún.

—Me estuviste asistiendo durante toda la investigación. ¿No se te ocurre alguna idea?

Recibiendo mi mirada por encima del hombro, el chico de la gorra grisácea se queda mirando a la nada por unos segundos. Al cabo de unos segundos separa sus pequeños labios y formula lo que se le ocurrió.

—Anteriormente hemos descubierto un par de cosas que tienen relación con varias personas. Ahora estamos en la zona de tiendas, lo que significa que...

En ese momento, mi hijo adoptivo para en seco y enfoca su visión en un hombre. Para ser más clara, a la primera persona que quería interrogar para poder avanzar en este complicado camino hacia la Verdad.

—¡Un reencuentro inesperado~! ¡Antes de ser operado~!

Llegamos hasta el músico de tez oscura, quien nos había divisado y puesto a cantar sobre nosotros con una cuestionable letra que no puedo evitar criticar.

—¿Cómo es que lograste convertirte en el segundo artista que gana más dinero con semejante mierda de rimas?

—Es la segunda critica destructiva que me das en el día. Y ni siquiera ha pasado una hora desde la primera. Eres bastante cruel con la gente que apenas conoces

Kenshin finge limpiarse una lágrima y yo le respondo mientras alzo mi ceja derecha.

—Lo siento, pero tengo un don para atacar negativamente a las personas aunque no sea mi intención hacerlo.

—¿Y por qué canalizas toda tu negatividad hacia este pobre músico?—se lleva la mano al pecho.

—La situación en la que estoy ha cambiado. Debido a eso, no me queda de otra que centrarme en ti y no de una forma muy amistosa que digamos.

—Oh, ya entiendo...

Bien, esto acelera las cosas. Ya debe de suponer que averigüé que está involucrado con el caso.

Totalmente fuera de lugar, Kenshin acaricia los acordes de su guitarra y empieza a cantar en un tono armonioso.

—¡La timidez de una mujer sale a relucir~! ¡El amor que siente por un músico que no sabe transmitir~! ¡Es de esas que se pelea con el tipo que les gusta~! ¡Una tsundere que quiere que la libere~!

—¡CUANDO CANTES SOBREMÍ PROCURA NO MENTIR CON QUE TENGO CARACTERÍSTICAS QUE NO VAN UNA MIERDA CONMIGO!

Mi mano reacciona por si sola y me doy un golpe brusco en la frente. El dolor que me provoco al hacer esto apenas se compara con el recibido por los insultos de Kenshin.

Súper Detective HanakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora