Súper Detective Hanako

Capítulo 3: Al otro lado de la puerta

Iniciar Investigación - Hotel Pollo con Papas, Habitación #24

Lo primero que llama mi atención de la zona sin examinar es una foto enmarcada que yace encima de la mesa de luz cercana a la cama, la cual cojo y aprecio de cerca.

Reconozco a un contento Ryo sosteniendo una especie de urna dorada en sus manos, así como a un muchacho que se esmera en tapar su cara con las manos como si no quisiera ser visto.

—Ryo... ¿Por qué tuviste que morir?

-Foto enmarcada añadida como pista-

Descripción: Hallada en el cuarto de la víctima. Se puede ver una urna dorada en las manos de Ryo, y a un joven tímido al lado suyo.

—¡Ah!

Me percato de un detalle sobre el recipiente brillante de la foto. Cuando me fijo en un objeto o un elemento del entorno que pueda tener relación con algunas de las pistas que recolecté, es común es que realice una deducción con el fin de actualizar la información o conseguir evidencia nueva.

Deducción: Fragmento dorado -> Urna de la foto

—Quizás el pequeño trozo de oro que hallé... Viene de la urna. Ya sabía que Ryo era dueño de esa reliquia antigua, y me pareció raro que no estuviera en la habitación... Pero ahora mi mayor interrogante es porqué hay un pedazo de ella en la mesa.

Al aumentar su importancia, decido volver a la mesa para recoger el fragmento y tomarle una foto con mi celular. Tengo una corazonada de que necesitaré tener pruebas fotográficas de esto.

-Fragmento dorado actualizado-

Descripción nueva: Hallado en la mesa de la víctima. ¿Se desprendió de la urna dorada?

—No solo la reliquia se ganó mi interés, también lo hizo el chico que está con Ryo. Él es...

Prefiero dejar de lado el hecho de que conozco tanto al fallecido como al joven de la foto, y continuo con mi investigación acompañada de Azumi.

Busco indicios en la cama, abajo de esta, cerca de ella... Sin descubrir nada más que putas pelusas. Descarto en unos segundos el televisor y el armario, que solo almacenaba otro grupo de prendas.

Lo último que me queda por revisar es el baño, acercándome a él con una extrema lentitud. ¿Tal vez dentro me esté esperando una pista que lo cambiará todo?

Coloco mi mano en la manecilla de la puerta, lista para abrirla. O más bien creía que lo estaba, pues mi mente se sumerge en unos pensamientos negativos.

Es posible que el culpable seguía aquí cuando Azumi ingresó, y se escondió en el baño antes de que ella se pudiera dar cuenta. Si este escenario es el correcto... Al otro lado de esta puerta hay una persona que fue capaz de quitarle la vida a otra, como si nada.

Un escalofrío recorre mi espalda al imaginar cómo actuaría al verme. Mis latidos se aceleran más y más, pero los intento controlar al pensar que debo mantenerme tranquila.