Capítulo 13: Tragedia en el parque

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—¿Le tienes miedo a las abejas?—el escudo humano me pregunta desconcertado.

—¿Miedo? Pfff, tonterías. Simplemente estoy haciendo gala de mis mecanismos de defensa para asegurar mi supervivencia frente a las amenazas.

Todavía recuerdo muy bien lo que pasó, como si hubiera sido ayer. Diez años, sola y vagando por una zona boscosa. Terminé siguiendo a una abeja, creyendo que me conduciría a una Verdad oculta... Que inocente que era.

La abeja me llevó hasta su hogar, una supuestamente hermosa colmena. Debido a la curiosidad, no pensé en algo mejor que tocarla con un palo. Esto claramente molestó a los insectos y los llevó a sincronizarse en su ofensiva hacia mí. Si no fuera porque mis padres estaban cerca, habría muerto por los miles de piquetes que sufrió mi cuerpo.

Tanto física como mentalmente, ese trauma que me dejaron todavía permanece en mí.

—Tiene que ser una puta broma.

Me llevo la mano a la frente al deducir quién es la abeja humanoide.

—Es el primer parque al que voy y todos sus empleados usan un disfraz de abeja. ¿Qué he hecho para merecer esto?

—Lo siento, pero así es el Parque Pakapaka. En cada mes los empleados nos disfrazamos de algún tipo de insecto.

—Creo que esa es la forma para atraer clientes más incoherente que vi en mi vida. Y eso que mis ojos han visto mucha mierda—Yuki añade a la conversación.

El empleado-abeja aclara su garganta para luego pasar a extender sus brazos.

—¡Bienvenidos al increíble Parque Pakapaka! Es la primera vez que los veo aquí por aquí. ¿Quieren un folleto para guiarlos?

Le dedicó una mirada llena de hostilidad y fuego intenso con la intención de quemarlo vivo.

—No quiero nada de una puta abeja.

—E-Eh, lo tomaré por ella... Gracias.

Kazuya toma el folleto de las manos del empleado, quien termina volteando medio cuerpo.

—Las atracciones estarán listas para usarse en unos minutos. Por favor, sean pacientes y disfruten de todo lo que les ofrece el parque.

El hombre abeja nos deja en la entrada mientras se adentra en el parque. Suelto a mi escudo al ver que la amenaza se ha largado.

—Ten más cuidado, querido Kazuya. Es posible que ese folleto esté envenenado.

—Estoy seguro de que las abejas no pueden envenenar objetos. Y mira, estoy bien.

El chico tímido toca todas las páginas del folleto. Supongo que si es seguro tocarlo, a pesar de que nos lo dio esa horrible cosa.

Le hago un gesto con mi mano para que me lo entregue. Abro el folleto y le echo un vistazo.

Ninguno de nosotros tres entró antes en este, por lo que no sabemos una mierda de él. Si íbamos a estar aquí, necesitamos conocerlo para no perdernos.

Tengo la sensación de que que todo lo que leeré será importante, así que pondré toda mi atención en lo que leeré como si se tratara de una historia de misterio en la que debo recordar estos detalles para disfrutarla al máximo.

El parque está dividido en tres extensas zonas. La más importante es la zona de las atracciones, la cual está llena de juegos divertidos para todas las edades. Montaña rusa, rueda de la fortuna, carritos chocones, etc. Lo que me sorprende es que tienen algo único que nunca antes había oído. Cada atracción tiene una "sala de espera", usada para que la siguiente tanda de personas que quieran subirse puedan entretenerse.

Súper Detective HanakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora