11- Don't hug me, I'm scared

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Adeline POV

Una vez que llegué, salí del taxi entré a mi casa casi corriendo, no saludé a nadie, solo quería llegar a mi habitación, desplomarme y ver como mi vida se agota aún más, solo tengo que recordar, su rostro, sus quemaduras, su sonrisa, para que el miedo se vuelva a apoderar de mi ¿Es que acaso soy loca? Como le pude hablar así, Adeline, él ya no es tu amigo, él es una persona irreconocible, está mal, tiene problemas y lo que menos quiero es tener problemas yo. Lo admito, estaba exasperada, me había golpeado y estaba en shock.

-Abreme la puerta.- Espetaron desde la misma. No respondí.- Porfavor, me tienes preocupado.- Me paré lentamente y cedí el seguro e inmediatamente mi preocupado hermano apareció por la puera. Sus manos temblaban un poco y tenía la mandibula tensada.- ¿Que te sucedió? Dimelo. Que tienes en el labio.- Bajó hasta mi altura ya que yo estaba desvastada sobre el frío suelo de madera. Lo inspeccionó pero cuando rozó se dedo solté un gritillo, me dolió.- Perdón.

-Yo...- La voz basicamente no salía.- Tengo miedo.- Bajé mi cabeza mientra sentía como la sangre que salía de mi labio llegaba hasta mi boca.

-¿Mi-miedo?- Su voz se quebró levemente.- ¿A que? ¿Porque saliste de la casa sin avisar? ¿Donde estabas? Te hicieron daño, ¿Peleaste?

-A... mi.- Estaba destrozada por dentro, tenía un peso encima que cada vez me hundia más.- a él.- ¿En donde quedaba mi vida? En donde quedo mi alegria, mis risas, hacía cuanto no le dedicaba una sonrisa verdadera a alguien.

-¿Quien es él?- Cada vez veía que se ponía mas nervioso.

-Mi amigo, ¡Tengo miedo a que te haga daño! ¡Que le haga daño a mamá y papá!

-¡¿Quien es tu amigo?!- Jaló su cabello rubio con frustración.- Si no me dices no te podré ayudar.

-¡Jeff! El mismo Jeff que venía a casa hace meses.- Su cara palideció notoriamente. El tambien compartía mi miedo.

-El as-asesino.- Trago ruidosamente.- ¿El mismo chico flaco, de pelo negro?- Dijo señalandose el cabello, que en este caso era rubio. Asenti.- Dios, Ade, que suerte la tuya, pero tranquila no pasara nada, voy a estar contigo.- Me abrazo y yo susurre un "gracias", aunque por dentro el miedo seguía ahi mismo. No temía por mi vida, es más, sabía que el era casi inofensivo contra mi. Pero temía por mi familia y por mis amigos.

-Mejor duerme un poco, te hará bien.- Asenti dudosamente ante aquella petición, ya que era todavía temprano.

Mi hermano se levanto y luego de despedirse se fue. Me reincorpore intentando no volver a caerme, busque entre los cajones mis vitaminas y pastillas para dormir, las tomé con un gran sorbo de agua que estaba sobre la mesa de luz.

Tomé una camisa vieja, que extrañamente era de Matt y me la coloqué, luego de eso até mi cabello rubio en una coleta improvisada para tirarme en la cama.

Mientras los minutos pasaban yo no podia conciliar el sueño ya que una persona los interrumpía, además que el sueño no venía a mi, y pensar que tomé esa pastilla para dormir, hace meses dormiría como un tronco sin necesidad de tomar algun tipo de medicamento. Pero finalmente y despues de muchas vueltas sobre la cama, me dormí.

**

Desperte lentamente, mire hacia el reloj y eran las 9 de la mañana, me senté en la cama, mi cabeza extrañamente me dolía, aunque quizas solo sea por los nervios y la mala noche. Esta noche no tuve ninguna pesadilla, pero igualmente eso no evito despertarme en la madrugada, a mirar por mi ventana, esperando no tener la mala suerte de encontrarme con su sonrisa en ella.

Luego de vestirme demasiado simple, como todos los dias bajé a desayunar.

-Buenos dias.- Dije abrazando a mi madre. La cual cocinaba unos omelettes que tenían un exquisito aroma.

-Bueno dias, hija, ¿como dormiste?

-Excelente.- Mentí, la mentira se habia vuelto algo muy común en mi.- Esto esta genial.- Dije mientras saboreaba mi desayuno, pero esta vez no mentía. Una vez que termine de desayunar volví a mi habitacion, hoy como casi todos los dias no tenía ganas de hacer nada, siempre estaba débil y con lo de ayer no era excepción.

Me tiré en la cama, mirando hacía el techo, suspire pesadamente, mi vida era un caos ¿Y la de Jeff? Bufé, estaba harta de que mi subconsiente se preocupara por él, como si me importara.

Inmediatamente sentí el picaporte girarse, miré hacia la puerta, el dichoso miedo me invadió ¿Y si estaba en mi casa? Pero para mi alivio por aquella puerta entraron dos chicas a las cuales adoro, Shay y Carol.

-¡Adeline!- Dijeron ambas al unisono para luego abrazarme.- ¡Que te paso en el labio!- Espeto Shay, observando mejor mi labio cortado. Trague ruidosamente mientras miraba hacia todos lados, menos a sus ojos los cuales me miraban expectantes.

-Me caí, chicas recuerden, estoy débil, es fácil tener mareos.- Ambas me miraron con pena, antes de darme una bolsa la cual la abri al instante. Me quede helada, pero luego reaccioné.- ¡GRACIAS!- Dentro de esa bolsa habia significantes cantidades de maquillaje, junto a algo para nutrir mi dañado cabello y un vestido que seguramente me quedaría de maravilla.- ¿Porque el vestido?

-¡PORQUE NOS VAMOS DE FIESTA!- Otra vez gritaron ambas haciendo que me sobresaltase.- Hoy mi novio hace una fiesta en su casa.- Franc, Carol era su novia, hace ya meses que salían, y eran realmente encantadores. Se podría decir que hacian una pareja perfecta, cosa que yo, hace tiempo no recibía cariño que no sea de mis amigos o familia. Estaba aislada del mundo, casi no salía, ya tampoco hablaba con Matt, la cosa estaba un poco tensa, desde aquel error que cometió.

-Yo, no lo se, no me siento muy bien.- Admiti. Claramente era mentira por una parte, tenía miedo de salir, pero tampoco me sentía tan mal como otras veces.

-Vamos, siempre es lo mismo, te ayudaremos a arreglarte el pelo y te maquillamos, quedaras genial, ¡Te lo aseguro!

Me lo pensé un momento, la última vez que había ido de fiesta -hace meses ya- no me había ido tan bien.- Esta bien, vamos.- Ambas saltaron, y chocaron sus manos como infantes. Solte una risita ante sus extrañas reacciones.

**

En menos de dos horas ya me había bañado y creanme que hace tiempo que no veía mi cabello tan brillante, con tanta vida. Ahora estaba postrada en una silla mientras las chicas hacian su "magia", entre ellas se peleaban por quien me maquillaba y mas de una vez había unos tirones de pelos, pero al fin y al cabo estaban haciendo su trabajo.

-Shay, quitate.-

-Dejame a mi ¡Yo soy la mejor!.-

-No yo soy la mejor.- Volvio a decir mi mejor amiga.

-¡CALLENSE LAS DOS!- Se escuchó el grito de mi hermano seguido de un golpe en la pared, ambas quedaron el silencio mientras que Shay tenía un color carmesi en sus mejillas. No pude evitar soltar una carcajada.- ¡GRACIAS!- Espeté.

Cuando ya había terminado de torturarme me dejaron ir, me puse ese vestido azul marino que resataba mi cabello, mis ojeras no se veían, y realmente estaba como la Adeline que siempre fui.

-Estas divina.- Dijo Shay. Carol asintió efusivamente, mientras yo giraba sobre mis tacones. Que tambien estaba de maravilla.

-Matthew ya esta abajo chicas.- Dijo mi padre, apareciendo en el marco de la puerta, todas asentimos mientras bajabamos lentamente las escaleras. Ya eran mas de las 12pm y estabamos llegando justo. Entramos al auto de mi amigo y luego de unos cuantos alagos mutuamente emprendimos viaje a la casa de Franc, la cual quedaba en un vecindario muy bello.

Hoy sera una noche, larga.

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Beiesas tengo que informarles que el capitulo que viene va a ser narrado por nuestro querido Jeff ^.^ va a estar hermoso :')

Bue, ya saben lo tipico de siempre, nos veremos muy pronto.

-Mica

Paralyzed - Jeff the KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora