23- Querido Matt

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Adeline PoV

Subí a mi cuarto con suma pereza, intentando no caerme escalón tras escalón, mi hermano ya no estaba en casa, y de mis padres no tenía la mas mínima idea, la hora había fluido casi como el agua- si, muy buena comparación-, y la noche había caído. Muy rápido.

Paré en seco, tenía hambre.

Giré sobre mis talones con la intención de volver a la cocina y tomar algo con lo cual poder sustentarme, así no morir. O algo parecido, relacionado con la desnutrición.

Lo primero que se cruzó en mi vista fueron unas galletas, de chocolate. Mi estomago gruñó, de todas maneras cualquier tipo de alimento hubiera sido bienvenido por mi sistema digestivo. Estaba realmente hambrienta.

Las tomé y retomé el camino a mi habitación, la casa estaba completamente a oscuras y un silencio abrumador reinaba, solo el tintineo de mis pies y el bullicio de las hojas fuera eran audibles. Algo tétrico para cualquier otra persona, aunque creanme, para mi no.

Una vez en mi habitación, y ya con la música de Nirvana escuchandose por los nítidos parlantes me tumbé en la cama. En estos momentos el asesino debería de llegar, aunque no estaba tan seguro de que eso fuese a suceder.

No esperaba disculpas, solo que me diera algo de tiempo, era agobiador tenerlo tanto tiempo cerca de mi, por más que me protegía y todo eso. Era suficiente.

Mi móvil comenzo a sonar y el nombre de Matt apareció allí.

-¿Matt?- La voz al otro lado del parlante sonó algo atemorozada. Extraño, si.

-Ade, estoy asustado.- Me incorporé en la cama prestando suma atención a su voz.- Estoy en casa, solo, hay ruidos.

Mi cabeza procesaba todo de una manera extraordinaria ¿Sera Jeff? ¿O el hombre con mascara?

-Escuchame Matthew, iré para allá ¿Me escuchas? No te alarmes, solo... Quedate ahí.- Murmuré todo tan rapido.

Finalize la llamada y tomé las llaves, descendí tan rápido por la escalera que ni me percare de que pudiera haber caído. Matt era mas importante en todo esto y no podía dejarlo asi, morir.

Abrí la puerta y corrí fuera de casa la noche estaba a oscuras, no me importó nada. Seguí corriendo tanto como mis piernas lo daban.

-¡Adeline!

Escuché una voz a mis espaldas, no me gire, pero ese alguien me perseguia y era mucho mas rápido que yo, giré mi cabeza para ver a Jeff.

-Te dejo un momento sola y ya apareces corriendo como loca por las calles.

-¡Es Matt! ¡Lo mataran!- Grité, este aumento aún mas la velocidad hasta quedar a mi lado.

-Ese idiota de Tim...- Apretó los puños, no le di mas importancia y segui corriendo.

El camino a casa de el rubio, consistía en unas diez calles abajo, no era mucho pero el tiempo corría en mi contra. Con solo pensar de que Matt se fuera para siempre de mi vida me helaba la sangre, no podía dejarlo abandonado.

Por otro lado, estaba tranquila pensando en que Jeff no fue el que interrumpió en la tranquilidad de la casa aunque si no fue él ¿Quien fue? Miles de opciones áparecian en mi mente de una forma fugaz.

Cuando divise su casa intenté aumentar mas la velocidad, pero me fue imposible, las piernas me dolían horrores y no podía hacer nada. Jeff fue el primero en llegar y entrar por la ventana.

Luego entre yo.

Jeff murmuraba en nombre de mi amigo, pero pensandolo bien este no iría a responder. No respondería al llamado de una persona que es ajena a su conocimiento.

-Jeff, no saldrá, yo busco arriba, tu aqui abajo.- A través de la oscuridad vi como asentía.

Subí las escaleras con suma rapidez, una vez arriba entre en su habitación, y ahí estaba él, sentado en la esquina, mirandome con sus ojos azules llenos de pánico.

-Adeline. Hay, hay alguien a-abajo.- Murmuró mas para si mismo que para mi.- Estaba buscándote, gritaba tu nombre, yo, yo, tengo miedo.

Su rostro demostraba terror puro, me acerque y lo abraze.

-Tranquilo Matt, ya pasó, estas a salvo.- Pero en realidad ni yo estaba tranquila.

Seguí murmurando, pero él no escuchaba, mantenía su mirada en la nada, estaba en shock. Y por mas que intentase no podría sacarlo de esa fase.

Muchas veces he estado asi como él, y no es para nada bueno, sientes mucho miedo y por más que te aseguren que no hay nada que pueda dañarte no les creeras, nadie te logrará convencer de nada. Por que el miedo te atrapa, y lo peor de todo es que esta en tu propia mente.

-Matt, escucha, mirame.- Lo tomé de los hombros obligandolo a mirarme, sus ojos estaban cristalizados, no me escucharía.- Estas a salvo, yo estoy contigo nada va a pasarte. ¿Me escuchas?

Mantuvo silencio por unos muy largos segundos, hasta que me percaté de que no estaba mirandome a mi, si no a mi lado.

Voltee la cabeza y vi una hoja en la ventana. Me levanté y tomé aquella oja, tenía un simbolo extraño que nunca antes habia visto.

-¡Jeff! ¡Ven aquí!

-¿Quien es Jeff? ¿Woods?- Negué.- ¿El ase... asesino?- Volví a negar. Aunque en esas dos estuvo en lo correcto.

Cuando escuché los crujidos de la escalera salí fuera, no era momento de que Matt viera al asesino, no quería que padeciera otro shock nervioso.

Cuando vi al asesino este negó con la cabeza, indicándome quizás que no había encontrado nada allí abajo. Lo ignore.

-Mira.- Estire el dibujo hecho a mano, este lo miró. Para luego romperlo y tirar los pequeños pedazos al suelo.

-¿Que demonios era eso?- La incertidumbre me mataba y el poco conocimiento me decía que no era algo bueno.

-Un símbolo proxy.- Fruncí el ceño, era la primera vez que escuchaba esa palabra.

-¿Y eso? ¿Algo satánico?- Soltó una carcajada.

-Algo peor. ¿Como está?- Indicó con la cabeza hacia el interior de la habitación.

-Matt... Él, tiene miedo.- Sonrió.- No te rías, no todos son asesinos.

-No todos son tan hermosos como yo. Bien, me voy, te veo mas tarde. Vuelve a casa.- Dicho esto desapareció de mi vista.

Volví a entrar y Matt me observaba debería pensar que estaba loca. Negué con la cabeza dandole una sonrisa, este no me la devolvió y entendi, sabía que tenía miedo.

-¿Que sucedió?- Dije sentándome a su lado.

-Bien, estaba viendo series y no lo recuerdo...

-¿Que? ¿Como?

-Dije que no lo recuerdo, te llamé, pero cuando finalize esa llamada todo se fue de mi cabeza, solo recuerdo algunas escasas partes, no se que sucedió. Oh dios.- Se tomó la cabeza.- Soy un idiota.

-No Matt.- Lo tome de un hombro.- Es normal, tenías miedo.

-No, no es eso. No puedo olvidarme de las cosas, aquí hay algo mas. ¿Adeline, que esta pasando?

-Te juro que cuando todo termine te lo explico, ahora no puedo, no quiero meterte mas en este juego. Es algo muy peligroso.

-Pero...

-No, me voy.- Me levanté pero este me tomo del brazo.

-No te vayas, quédate a dormir conmigo, solo esta noche por favor.- Me suplicó. Asentí mientras sacaba mi movil y enviaba un mensaje a Bryon.

"Hey, Matt esta complicado, hoy me quedo en su casa."

Si, así tan simple. No necesitaba mas explicaciones, yo ya era grande. Bueno no tanto.

-Solo esta noche, Matt.

Paralyzed - Jeff the KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora