Paralyzed - Jeff the Killer

15- Un asesino común

Adeline PoV

-¿Protegerme?- Inquiri entre asustada, y asombrada.

 -Si, tengo que hacerlo.-

 -¿Por qué? ¿Por qué a mi? Yo se cuidarme.- Este un poco enfadado saco su cuchilla, intentaba amenzarme, cosa que hacía perfectamente.

 -Escuchame bien pequeña, a ti no te asesinare, pero prometo hacer tu vida un infierno. Allá.- Señaló hacia la ventana.- Está tu familia, tus amigos. ¿Qué pasaría si los matara? ¿Qué pasaría si los otros asesinos los mataran? Aceptas o sufres.- Mi cabeza daba vueltas intentando comprender sus palabras.- ¿Qué pasaría si matara a Mike?- Levanté mi cabeza, mirándolo a los ojos, su sonrisa tétrica se convirtió en una de burla.

 -¿De que hablas?- Este se paró lentamente y empezó a caminar por toda la habitación, este vestia su sudadera –la misma que todas las personas describían- recordando el calor que hacía, de color blanco, unos jeans con el mismo aspecto, y unas zapatillas cualquiera, había robado todas sus prendas, su pelo estaba sucio. Inspeccionó cada rincón de mi habitación.

 -¿Crees que no vi como se besaban? ¿Crees que no me duele?- Me miró con dolor, negué, negué creer que él sentía algo hacia mí.- ¿Crees que no me gustaría verlo muerto? Pero no lo hago, porque con la poca cordura que me queda, pienso en ti.- Abrí mucho los ojos.- Mañana volveré, y quiero una respuesta.- Subió al marco de la ventana, me hecho una última mirada y sonrió melancólicamente.- Y espero que sea la que pienso.- Se lanzó por la ventana, instantenamente mire por la misma. ¡Se había tirado desde cinco metros! Solamente lo vi corriendo entre la oscuridad de la noche, sonreí para mis adentros.

 ¿Qué demonios le respondería? No podía estar afuera sabiendo que había otros asesinos, no podía dejar de lado a mis amigos, dejar… Que les pasara algo, simplemente no podía. Tenia una respuesta y sabia que eso no me iba a gustar, me arrepentiría.

Segui mirando durante varios minutos a la ventana por donde Jeff se había ido, imaginaba su sonrisa. Pero no entendía. No entendia el simple hecho del porque quería protegerme, ya que no es muy común que un asesino serial quiera proteger tu vida, sería algo completamente ilógico. No quería dormir, no podía. Pero lo tenía que hacer, mañana empezaría las clases y no podía ir con tan mal de aspecto. Estaba dicho tenía que dormir.

Como ya estaba acostada, solo tuve que taparme con las sabanas completamente, confiado en que el asesino no volvería, o ninguno de los demás. Estaba completamente encerrada, por lo menos la ventana tenía seguro.

Me dormí mirando la ventana que daba al bosque, a la lejanía, pero lo hacia. Mañana sería un día con demasiadas cosas.

**
El despertador sonaba, ojeé la hora y eran las 6:05, resople, hacía tiempo que no tenía que levantarme tan temprano y eso me jodía un poco.

-Vamos, arriba enana, hoy es tu primer día.- Decía Bryon apoyado en el marco de la puerta  mirandome con una sonrisa, sin ningun rastro de sueño en su cara. Bufé ante su petición, élcarcajeó para luego irse.

Me levanté pesadamente, mi pelo estaba hecho un nido de pajaros, aunque un poco mas nutrido, mis ojos habían adquirido un brillobastante peculiar.

Me coloqué el uniforme luego de pasar 20 minutos en el baño. Queda recalcar que el uniforme era demasiado incomodo, consistía en una falta unos centimetros arriba de la rodilla, una camisa con el logo del instituto, y mis zapatillas. ¿Porque incomodo? Porque hace calor y la camisa da calor.

Bajé las escaleras intentando no caerme a causa del sueño. Mi hermano ya tenía el desayuno hecho, siempre fue bueno en la cocina. Pero no tanto como para felicitarlo.