Aclaracion: Creo que desde un principio debía haber aclarado esto, pero el capitulo es una adaptación de un post en wikia.Les recomiendo que lo lean. (http://es.creepypasta.wikia.com/wiki/Dudas_Sobre_Un_Asesino?Contestar)
Jeff PoV <==== Que epicidad de momento.
Seguí mi camino nocturno, corriendo por las calles oscuras de aquella lugubre ciudad, saltando botes de basura y esquivando las farolas, los recuerdos se agolpaban en mi mente como una lluvia torrencial de granadas, todo era confuso, ni yo mismo sabía quien era, quien me quedaba, lo unico que sabía era que mi esperanza, Adeline, ya no estaba, estaba solo, sin ella solo era un asesino como otros. Un estupido asesino que solo le quedaba el sufrimiento de los demás. Pero pensandolo bien, eso es exactamente lo que soy. ¿Divertido no?
Me adentré en una casa cualquiera, hoy ya había cobrado la vida de muchas victimas, mi sudadera estaba bañada en sangre, al igual que mi cuchillo, Sonreí ante la idea. Seguí corriendo por el jardin hasta que encontre una ventana, no dude en pasar por ella, ya que estaba abierta de par en par -idiotas- acaso no saben que el asesino más importante del estado anda suelto por la ciudad, una vez allí, esperé a que mis ojos se acomodaran a la poca luz que entraba por esa ventana, luego, despues de varios segundos divisé a dos personas durmiendo, seguramente una pareja feliz, no dude en matarlos, casi sin que ellos se dieran cuenta, realmente no estaba de animos para torturarlos, simplemente deslize mi cuchillo por sus cuellos, y listo, una muerte silenciosa. Tuvieron suerte de no tener que verme a la cara.
Abrí la puerta del pasillo y caminé dejando detrás de mi un cendero de sangre, un regalito para la policía local mañana, me dirigí hasta la ultima puerta, parecía que era una familia pequeña, en el letrero se podía observar el nombre "Thom" escrito el letras coloridas. Tomé el picaporte y lo giré lentamente, cuando entre por completo encontre al niño sobre su cama, mirandome con los ojos como platos. Me adentré completamente en el cuarto. Él seguía sin moverse y observaba todos y cada uno de mis movimientos. No dude en soltar una sonora carcajada a lo que el menor se estremeció aún más.
-Y ahora como tus padres dormirás eternamente.- Dije con mi voz apesadumbrada que a cualquiera le haría poner todos los pelos de punta. Las sombras de la noche no podían opacar aquel brillo asesino en mi mirada.
-¿Por qué quieres que yo muera?- La serenidad de la pregunta me sorprendió un poco.
-Es... necesario. - respondí rápidamente pero con un dejo de duda. Este niñato iba a causar problemas, me hacia recordar a Adeline con lo terca que era.
Mi pequeña víctima, Thom, que parecía alcanzar unos 11 años, estaba aterrado, pero su mente se resistía a aceptar un final tan repentino. Sentado ahí en su cama, empuñando las sábanas con fuerza, involuntariamente comenzó a lanzar preguntas, con la remota esperanza de ganar algo de tiempo, para tratar de sobrevivir al más peligroso asesino serial del que se tuviera noticia.
-¿Pero por qué es necesario que yo muera? ¿No has asesinado suficientes personas en este tiempo? ¿No estás cansado de estar siempre huyendo de la policía y escondiéndote de todos?- Que se pensaba este mocoso, esto no era un juego. Este era el fin de sus dias.
Mi "sonriente" cara quedó inexpresiva. Mi mirada parecía confundida, los pensamientos se agolpaban en mi mente como ráfagas. Las preguntas de aquel mocoso eran contundentes, las respuestas dentro de mi atormentada y desquiciada mente aparecían en forma de respuestas que daban lugar a más preguntas. Retrocedí unos pasos y me derrumbé cayendo sentado en un rincón de la habitación, el pequeño Thom se estremecio abte aquel repentino acto. Estaba desconcertado. Mi cara blanca por fin pareció sucumbir a las sombras, pero eran las sombras de su pasado reciente.
¿Por qué matar a aquel niño? ¿Qué mal había causado? Ni siquiera le conocía, aquella casa la había elegido al azar. ¿Cuántos habían caído víctimas de mi locura, de mi necesidad de matar? Nunca había pensado en contarlos. Un torrente recuerdos de caras aterrorizadas, gritos suplicando piedad, y el color rojo de la sangre corriendo de cada una de sus víctimas me alcanzaron de golpe. Ya eran decenas, tal vez más.
Sí, estaba cansado de huir de la policía, aunque no era tan difícil. Siempre estaba en movimiento, siempre oculto, siempre en las sombras. Mi cara era demasiado fácil de reconocer. Nunca había sentido la soledad como hasta ese momento. Estaba totalmente aislado de los demás. Los únicos contactos que tenía eran precisamente cuando asesinaba a alguien. Exepto de ella, cuando explote de locura y casi acabo con su vida -idiota, idiota- era mi amiga, era una persona que quize o tal ves más, que amé. Pero gracias a mi paranoia ya no esta mas conmigo. Ya no quiere ni verme, ahora cierra sus ventanas por miedo a que yo entre por ellas, tiene miedo a mis facciones desgarradas voluntariamente, ya no soy su amigo, soy un asesino.
Thom me vio ahí, en el rincón y vio que una lágrima nacía de mis ojos duros, sin compasión y se deslizaba mi blanco rostro hacia mis enrojecidos labios con la forma permanente de una macabra sonrisa. Me vio ahí, con las manos en la cabeza, casi en posición fetal, sujetando un viejo cuchillo manchado de sangre y este pequeño me lanzó una mirada compasiva.
Sólo fueron unos instantes. Mi mente estaba a la deriva en un violento mar de sensaciones, recuerdos, y emociones confusos por la falta de un propósito, de un porqué. Mientras aquella lágrima se deslizaba por mi cara recorde a mi familia, asesinada por mis manos. Recorde a aquella chica que tanto cariño me dio, y que yo nunca se lo devolvi, Adeline, Adeline, ahora que lo pienso la extraño. No quedaba nadie con quien estar. Senti el abrazo quemante de la soledad y el ácido en mi corazón de la culpa por haber matado a gente inocente.
La solitaria lágrima llegó a mis labios. El sabor salado y amargo me trajo un nuevo cúmulo de recuerdos y sensaciones. Recorde vívidamente la sensación de poder al someter y asesinar a cada una de las personas que había dejado atrás. Me relami mis labios carmesí y resecos. Las nubes mentales se aclararon y mi mirada asesina volvía mientras me incorporaba lentamente. El iba a morir y yo iba a ver su sangre fluyendo como una maldita cascada.
-Te contestaré tus preguntas, muchacho, comenzando con la última. Sí estoy cansado de esconderme y huir, pero al mismo tiempo es estimulante. Me mantiene en forma, ¿sabes? Y me divierte ver cómo esos idiotas se frustran tratando de atraparme. Nunca lo lograrán. Siempre voy dos pasos delante de ellos. Siempre llegan a la escena del crimen tarde, todos saben mi nombre, pero ninguno sabe donde estoy, es mas te tendrias que sentir orgulloso de morir a manos de el gran Jeff.- Los ojos del niño se desorbitaron, a lo que yo solte una carcajada, el miedo estaba fluyendo por sus venas, podía sentirlo. Y eso sinceramente me encantaba.
-Contestando a la segunda pregunta.- Proseguí, aceracandome cada ves más a él.- Nunca serán suficientes víctimas, niño. Es como preguntarle a alguien rico si tiene suficiente dinero. ¡Nunca es suficiente! Siempre hace falta más.
-Y por último ¿Por qué es necesario que mueras? Porque eres débil y pusilánime. Justo como era mi hermano. Y yo odiaba a mi hermano, siempre pense que lo amaba, pero no era asi, nunca lo fue. Quiso hacerme sentir culpable de todo lo malo que habia hecho, quizo hacerme sentir culpable de entregarse a la policia por mi. Y lo que consiguió fue darme esta cara. Además, pudiste aprovechar mi momento de titubeo para atacarme o huir, pero te quedaste ahí, mirándome con lástima, de la misma manera que mi hermano lo hacía.- Y tambien lo hacía ella, mi mente dijo al instante, aciendome sentir peor.
La palidez en el rostro de Thom combinaba perfectamente con la palidez de mi cara. El terror lo paralizó y se aferró fuertemente a sus sábanas mientras me veía acercarme aun más a él, con mi cuchillo empuñado.
Lo último que escuchó fue.
-Y ahora es tu turno, ve a dormir.- Clave mi cuchillo entre dos costillas, pude sentir como todo el aire de sus pulmones de desvanecía, y asi fue el como presencie el ultimo suspiro de Thom, otra de mis miserables victimas.
Solté una sonora carcajada que retumbó por toda la asolada casa, la casa que hoy había presenciado la muerte de tres seres humanos. Mire mis manos, manchadas en sangre, al igual que mi vestimenta.
Y ahora, pequeña Adeline, eres la siguiente.
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Paralyzed - Jeff the Killer
Fanfiction"De la cordura a la locura hay solo un paso" ¿Una persona?¿Un asesino?¿Un maniático?¿Una salvacion?¿Un amigo? ¿Todavia piensas que es normal? No tienes ni idea de lo que es la locura... Preparate para este viaje sin vuelta atras y Go To Sleep. Port...