Abscon (BTS FanFic)

Capítulo 16, Kim Seokjin

La herencia más preciada que Seokjin tenía de su difunto padre, era una Ford KingRanch 4x4 color negro.
De no ser porque Jin odiaba ser el centro de atención, aquella camioneta pudo haber sido una conexión directa a los chicos populares de la universidad.  

Jin era tranquilo y de corazón noble. Su padre supo educarlo correctamente antes de sucumbir ante una enfermedad terminal. Y para cuando los dejó por siempre, el chico castaño se hizo cargo de su madre y de la casa en la que vivían. 

A pesar del dolor, la familia Kim supo enfrentar las adversidades y ser una familia feliz por tres años. Al menos hasta que la soledad contaminó el corazón de la señora Kim e inició una relación con un hombre egoísta y cruel para mitigar su luto. 

Lo que comenzó siendo un romance que le ayudara a olvidar su dolor, se transformó en un matrimonio codependiente entre un hombre que necesitaba dinero y un techo estable, con una mujer sola, necesitada de amor y fácil de manipular.  

Jin aceptó receloso la nueva relación. Lamentablemente, con el paso de los días, su precaución se convirtió en odio al ver la clase de hombre que había enamorado a su progenitora; y aunque muchas veces se vio tentado a intervenir en las peleas diarias, decidió guardar silencio y dejar que su madre fuera feliz a su manera.

"Terminaré la universidad y llevaré a mamá conmigo a un lugar donde vuelva a ser ella misma" le prometió a su padre una noche, mientras observaba el cielo nocturno y escuchaba a su madre discutir en el piso de abajo "Cuídala desde el cielo hasta que yo pueda hacerlo por ti aquí en la tierra" suplicó.

Pero aquel rezo nunca fue escuchado. Cada día había más peleas, más gritos y más manipulaciones. 

El padrastro de Jin era un monstruo que se los engullía lentamente.  

*** 

-¡Ya vine! -entró el chico con su mochila en los hombros. 

Había sido un día largo en la universidad y el castaño no podía esperar a entrar a su habitación para tomar una larga siesta. 

Nadie respondió,  pero supo que la casa estaba ocupada al oír desde lo lejos una discusión en la habitación de su madre. 

Soltó un suspiro cansado y subió los escalones en silencio, deseando que aquella pelea terminara pronto, porque como el hijo noble que intentaba ser, jamás interfería en las peleas de la pareja.

-¡Tú y tu bastardo de cara bonita me tienen hartos! -escuchó Seokjin al pasar.

Se quedó inmóvil, observando el fondo del pasillo, centrando su atención y agudizando el oído a lo que ocurría al otro lado de la puerta.  

-¡Te amo, dime qué hice mal para que me hicieras esto! -chilló su madre, provocándole un vacío en el pecho. 

-¡Me vigilas como a un maldito niño! ¡Me cansé de tus celos! ¡No soporto ver tu cara! 

Jin apretó los labios, sintiendo que un calor se extendía por su estómago. ¿Acaso sólo él podía notar lo malvado que era ese hombre?

-¡Si desconfío de ti es porque no estoy loca! ¡¿Cuánto tiempo te has estado acostando con ella?! 

Los ojos del castaño se cerraron y su corazón se encogió dolorosamente. Lo sabía, sabía que algo así habría de pasar tarde o temprano, mas no creyó que aquella traición hacia su madre lo haría casi perder el dominio propio. 

Llanto, llanto desmedido  y súplicas  resonaron en los oídos de Jin, haciendo que cerrara los puños y comenzara a respirar por la boca en un intento por no irrumpir en la habitación.