Jin observó a través de la ventana el ocaso. Tras la ciudad, el cielo aún luminoso en lo más alto de su esplendor, envolvía a la luna menguante entre nubes disformes. La vida iba pausando su curso a medida que transcurrían las horas.
El mundo gira más rápido en la ciudad. En el bosque, los minutos son caricias de tiempo envueltas en olor a tierra húmeda y madera. Dentro de Ansan, el tráfico y los transeúntes sustituían el agradable sonido de las aves y el viento corriendo entre las ramas.
Jin cerró los ojos y pudo ver a Yoongi en la cocina, preparando café mientras bostezaba con el sol moribundo acariciándole los hombros.
"Hyung, ¿quieres probar el café que hice?" "Jin hyung, toma, lo hice para ti" "Buenas noches, hyung" "¿Te dije ya que eres un buen compañero de cuarto? Porque en verdad lo eres..."
-Hyung... -una voz lo llevó de vuelta a la habitación de hotel en Ansan, era Namjoon-, ¿qué ocurre?
-Namjoonnie -suspiró Jin-, ¿creés que hicimos mal en dejar a Yoongi solo?
-No se habría detenido hasta que nos fuéramos de la cabaña, sólo podemos confiar en él y esperar.
-Sí, pero está solo... -Seokjin se cubrió el rostro con las manos, comenzando a sentir aquella culpa que se instaló en su pecho desde que abandonaron el bosque.
-Seunghyun sabrá qué hacer, a eso hemos venido, a buscarle. Yoongi nos dijo que sólo su tío puede arreglar las cosas -sonrió Namjoon, tratando de aminorar su carga-. Lo mejor es estar tranquilos, nadie es racional cuando tiene miedo.
-No sé qué haríamos sin ti -le confesó Jin con una sonrisa-, eres muy inteligente. A veces siento que soy más joven que tú.
En las mejillas coloradas del menor, aparecieron dos hoyuelos mientras ocultaba el rostro entre sus manos. Además de inteligente, Namjoon era tímido, y Seokjin no pudo evitar que sus labios se elevaran en una alegre sonrisa.
-¿Por qué no buscas a los chicos? -sugirió el mayor recargándose en el marco de la ventana- Han pasado cinco días y Yoongi no debe tardar en llamarnos.
Namjoon se dio la vuelta y se encaminó hacia el cuarto vecino que rentaban en el hotel, pero así como sus pies estuvieron dispuestos a trasladarlo hasta la puerta, un grito de angustia lo detuvo en seco.
Se volvió hacia Jin con los nervios de punta, deseando que aquel ruido hubiera sido sólo un producto de su imaginación. Sin embargo, el mayor observaba asustado la pared contigua a la habitación donde los otros chicos descansaban.
-¿Jimin? -musitó Namjoon cuando otro grito volvió a resonar a través de los muros.
Entonces, la voz de Jimin ya no estuvo sola. También escucharon a Taehyung llorar amargamente; después resonó el impacto de un objeto de cristal contra la puerta. Jungkook maldijo y más cosas cayeron al suelo.
Al salir de la habitación, Jin se encontró con otros inquilinos del hotel reunidos afuera de la habitación 348; todos asustados. Dentro, seguía escuchándose el llanto de sus amigos.
-¡Jimin, abre la puerta! -gritó mientras forcejeaba con la cerradura- ¡Jungkook! ¡Taehyung, abran! ¡Hoseok!
Namjoon apareció a sus espaldas, golpeando la madera que los separaba de los otros.
-¡Jungkook, abre! -exigió.
La puerta se abrió de golpe y los dos chicos se congelaron al observar lo que ocurría dentro. Las mandarinas para Yoongi estaban esparcidas por todo el suelo. Jimin estaba hincado, sosteniendo un celular contra el pecho mientras lloraba abatido. Taehyung se abrazaba a él, jalandolo de las ropas. Jungkook caminaba de un lado a otro como trastornado, mientras que Hoseok se aferraba a la puerta con la respiración entrecortada.
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Abscon (BTS FanFic)
Fiksi PenggemarYoonGi, NamJoon, SeokJin, JungKook, TaeHyung, JiMin y HoSeok tienen algo en común: todos están huyendo. La vida une a estos chicos por obras del destino en una casa abandonada en los adentros de un espeso bosque. Y lo que parece ser una nueva opo...