Capítulo 9, Kim Taehyung.

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El señor Kim abrió la puerta del desván con Taehyung jalándole torpemente el abrigo que llevaba puesto. Su hijo tenía el rostro pálido y la mirada llena de angustia mientras se encendían todas las luces. Al iluminarse el lugar, decenas de pinturas y lienzos blancos aparecieron frente a ellos.

-¿Entonces era cierto? ¡Eres un mentiroso! -gritó el hombre sintiendo hervir su sangre.

-Papá, escúchame... -suplicó su hijo interponiéndose entre las pinturas y él.

Taehyung era el único hijo de los Kim, un matrimonio de prestigio y poder en la ciudad. Su padre le heredaría una de las empresa más importantes del país llegado el momento, pero a medida que crecía el chico, se inclinaba más y más por las artes.

-Te di una oportunidad, Taehyung, te dije que si no terminabas con este teatrito de la pintura, yo mismo lo haría.

-¡Mis notas han mejorado! -suplicó tembloroso- ¡He ido a todas las juntas!

-Ese es tu deber como mi heredero, no quieras justificar tus caprichos con tus obligaciones.

El señor Kim era un hombre prepotente y frío, demasiado ajeno a la felicidad de los demás como para entender que su hijo detestaba el mundo de los negocios. Taehyung sólo amaba la pintura, la música y a su difunta abuela.

Sus padres eran simples personas atrapadas en el abismo de las apariencias y pretensiones.

-Muévete.

-Papá, por favor...

Taehuyng por mucho tiempo ocultó su talento. Era un pintor excelente, lleno de pasión y devoción por la pintura. Sostener pinceles en la mano y hacer trazos coloridos llenaban su corazón de aquella felicidad que el mundo de los ricos casi nunca encuentra.

Algunos días trató de armarse de valor y decirle a su padre que lucharía por su sueño de convertirse en un gran artista. Luego, al ver los ojos dominantes y rostro sin expresiones del señor Kim, su sangre se helaba y prefería guardar silencio.

-¡¿Sabes qué van a pensar de ti los hijos de mis amigos?! -escupió el señor Kim lleno de rabia- ¡Qué eres un marica, un inutil!

-¿M-marica? Papá, la pintura no te hace un marica... -musitó el joven de ojos marrones.

"Ahí va de nuevo, a comportarse como un imbécil" pensó, apretando los labios mientras su padre seguía soltando insultos y quejas sobre él.

Ya no soportaba aquella situación, odiaba a sus padres. Odiaba a su madre adicta a la atención y joyas, odiaba a su padre siempre hambriento de poder y dinero.

-Muévete, Taehyung -ordenó nuevamente el hombre.

-Papá, prometo que tomaré un descanso de la pintura hasta que las acciones de la empresa suban.

-¿De verdad no lo entiendes? -se acercó y colocó el dedo sobre la frente de su hijo, impactando el dedo sobre su piel con cada sílaba que pronunciaba- Ja-más vas a vol-ver a pin-tar. Pin-tar es pa-ra va-ga-bun-dos, muer-tos de ham-bre y ma-ri-cas.

Taehyung cerró los ojos mientras su cabeza se inclinaba hacia atrás con los golpecitos de su progenitor. El estómago se le revolvió de sólo pensar en la humillación que corría por su cuerpo.

De pronto, entre la oscuridad apareció el rostro de su abuela, la que fue su verdadera madre, su mejor amiga, quien lo alentó a seguir sus sueños sin importar el costo.

-Muévete.

-No.

-¿Qué dijiste? -preguntó el señor Kim atónito, observando que su hijo tenía la mirada llena de valor.

Abscon  (BTS FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora