Capítulo 28, Promesa

65 16 3
                                    



*Cuatro días atrás*

-Taehyung, tú eres el único que puede ayudarme -susurró Jungkook mientras sostenía al castaño por los hombros.

-¿Qué pasa, Kookie?

-Necesito que le pidas a Jin hyung el auto, debo ir a la casa de mis abuelos.

Desde el ataque de Agust en el supermercado, Yoongi se había enfrascado en sus propios pensamientos. Nadie podía acercarse a él sin que sintiera una barrera impenetrable en sus palabras y postura.

"Deben irse, yo arreglaré todo" fue lo que les dijo por la noche, justo cuando la cena estaba servida. Namjoon fue el primero en negarse, seguido de los demás chicos a excepción de Jin, que observaba en silencio a Yoongi.

"No nos iremos sin ti" decretó Jimin con un tono de voz cada vez más irritado "Esto no es tu culpa, hyung". "Es mi culpa y tengo un plan" respondió el gemelo con la mirada perdida.

La cabaña cambió, en cuarenta y ocho horas, todo había vuelto a sus inicios. Los muros y muebles expiraban soledad, las ventanas colaban luz fría, luz tenebrosa.

"Deben ir a Ansan, ahí los encontrará mi tío Seunghyun, él es el único que puede ayudarme" continuó Yoongi "Renten un cuarto de hotel y esperen mi llamada. Les llamaré cuando Agust venga a buscarme, ustedes me comunicarán con Seunghyun. Después llamarán a la policía y les darán mi ubicación"

Nadie aceptó pero Yoongi les aseguró que todo estaba calculado, perfectamente planeado para detener a su gemelo. Discutieron por horas y nadie pudo hacer cambiar de opinión al nuevo Min Yoongi que comía silenciosamente, divagando otra vez en la soledad de sus pensamientos.

Jin entonces sugirió que escucharan al gemelo. En su corazón se formó una grieta dolorosa cuando dijo "Tengo que cuidar de ustedes, nos iremos a Ansan mañana en la mañana los seis". Sintió que le daba la espalda a Yoongi, que lo abandonaba a su suerte; pero él era el mayor y debía proteger a los más jóvenes.

Aquella noche fue dolorosa para todos, en cada habitación compartida, ninguno habló mientras preparaban sus maletas. Jungkook no pudo aceptarlo, no podía dejar que Yoongi se valiera por sí mismo. Y si no les permitía ayudarlo, al menos le daría algo con qué defenderse.

"Taehyung, tú eres el único que puede ayudarme... Necesito que le pidas a Jin hyung el auto, debo ir a la casa de mis abuelos."

Taehyung y él salieron por la noche. Habían dicho que irían a la ciudad a despejar un poco la mente y los demás no estuvieron de ánimo como para indagar en sus intenciones ocultas.

Ahora estaban estacionados frente a una modesta casa con las luces del primer piso encendidas. Jungkook se pasaba la lengua por los labios mientras protegía sus nudillos con la venda que utilizaba para golpear el saco de box. Taehyung lo miraba nervioso, sujetando la llave del auto.

-Kookie, ¿qué haces? -le preguntó en voz baja, observando al menor pasarse las manos vendadas por el cabello.

-Hyung, ¿quieres a Yoongi? -musitó Jungkook con la mirada clavada en las ventanas de su antiguo hogar.

-S-Sí, Kookie, mucho...

-Entonces enciende el motor y espera por mí, ya vengo.

Jungkook bajó del auto colocándose el gorro de su sudadera, corrió hasta la entrada y miró con el corazón enardecido las flores muertas en el jardín, flores que su abuela cuidó con esmero hasta el día de su muerte.

Abscon  (BTS FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora