Capítulo 1, Testigo.

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19 años después.

Yoongi despertó sudando frío, al abrir los ojos ya estaba sentado en la cama tomando bocanadas de aire. Por la ventana se coló la luz del sol. De los cabellos negros que le cubrían la frente resbalaron gotas saladas. La alarma del reloj comenzó a sonar y se levantó con un suspiro cansado, otro día más sintiéndose vacío.

Al bajar por las escaleras llenas de polvo, se encontró con su tío Ji Yong y  Agust tomando café en el comedor. Su gemelo le sonrió pasándose la mano por los cabellos rubios que le caían sobre los hombros. Yoongi bajó la mirada y salió de casa sin hablar, otro día más siendo un cobarde.

Cuando Hye Yoon murió, su hermano tomó la custodia de sus hijos. Ji Yong aceptó gustoso la tarea, pues encontró en sus sobrinos a dos discípulos que aprenderían el arte de crear y disfrutar el dolor ajeno. Sin embargo, sólo Agust se convirtió en su aprendiz. Yoongi era un niño que estaba muerto por dentro, un necio que no se atrevía a aceptar que dentro de él también corría la sangre Min.  

-Es hoy, si pasa un día más, nuestro plan se irá por la borda –dijo Ji Yong mientras observaba por la ventana a su otro sobrino.

-¿Quién de los dos va a traerla? –Agust se observó las manos y una leve sonrisa apareció en su rostro cuando las imaginó llenas de sangre.

-Sandara confía en mí, después de todo yo soy su novio, Agust.

-Pero yo soy su amante –el menor rio por lo bajo-, se siente mejor conmigo.

-Da igual, hazlo tú. Sólo recuerda que deben estar aquí antes de las cinco, si no, todo será desastroso.

Agust apretó los puños molesto, odiaba que le recordaran algo que nunca olvidó. A diferencia de su hermano, él sabía perfectamente lo que quería y qué debía hacer para obtenerlo.

               
***
 

-¡Hermano, qué gusto tenerte de vuelta!

Yoongi se detuvo antes de entrar a la sala, Agust le sonreía desde el sofá frente a la vieja televisión. 

-¿Cómo te fue en el trabajo?

-Bien –respondió el pelinegro, dejando caer junto a la puerta su mochila.

-Me alegro, siempre has sido muy dedicado en cuanto a tus responsabilidades.

Yoongi resopló y le lanzó una mirada impaciente a su hermano, hablar con él no era algo que anhelaba hacer después de ocho horas trabajando en una cafetería. Agust le sonrió colocando las manos detrás de la cabeza. En sus ojos cafés brilló una emoción que no había visto nunca.

-Hermano…

-¿Qué quieres? –soltó tajante mientras se agitaba los cabellos negros.

-Hay algo que te quiero mostrar.

-No me interesa, no estoy de humor.

-En realidad, nunca estás de humor –Agust se levantó sonriente y le rodeó los hombros-. Por favor, no te tomará mucho tiempo.

Yoongi tuvo un mal presentimiento pero decidió ir detrás de su hermano, si había algo que odiara más que las insistencias, era escuchar las insistencias del rubio. Agust lo guió hasta la habitación de Ji Yong, que se encontraba en el sótano de la pequeña casa. Cuando abrió la puerta, el rubio le pidió que bajara primero.

-No pienso bajar antes que tú –sentenció.

-¡No te preocupes, yo estoy aquí! –Ji Yong le llamó desde adentro.

Abscon  (BTS FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora