Capítulo 21, Negocios

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Jimin acompañaba a Taehyung en silencio. Las calles de la ciudad estaban llenas de gente que se tomaba un tiempo para comer y descansar antes de volver al segundo turno de sus jornadas. 

Se acomodó la playera y perdió la cuenta de cuántas veces lo había hecho desde que salió de casa con el castaño; es sólo que no estaba acostumbrado a usar ropas tan finas. 

Taehyung era más alto y también era más robusto, en realidad, todos eran más robustos que Jimin por el momento; pues los estragos de una vida regida bajo una bulimia forzada, habían hecho estragos en su fisonomía. 

-¿Por qué te miras tanto? -le había preguntado Yoongi antes de que él y Taehyung salieran a la ciudad. 

El gemelo estaba recostado en el colchón de Namjoon, leyendo un libro viejo que encontró explorando las habitaciones. 

Jimin le dio la espalda al espejo sucio frente a la puerta del baño. Miró al mayor incapaz de ocultar la vergüenza que poco a poco se apoderaba de él. 

-Es que no sé cómo me siento con esta ropa -confesó con las mejillas enrojecidas-, me veo más feo de lo normal…  

-¿Feo? -preguntó Yoongi enarcardo una ceja- ¿A qué te refieres con feo? 

-Hyung…, mírame, soy muy flaco. 

-¿Ser flaco te hace feo?

-Así de flaco,... sí. 

La mirada penetrante e indescifrable del pelinegro se posó sobre Jimin y éste juró que en cualquier momento recibiría un golpe en la cabeza. 

-Jimin, soy el más delgado después de ti en esta casa -entrecerró los ojos Yoongi meditando sus palabras-, eso quiere decir que yo soy el segundo más feo, ¿no? 

-¡No, hyung, no hablaba de ti! -agitó las manos Jimin tratando de remediar lo que le había hecho pensar a Yoongi. 

Las carcajadas de Hoseok y Jin, que escuchaban todo desde el comedor mientras pelaban papas para la comida, resonaron por todo el primer piso. 

Yoongi le lanzó una mirada de advertencia a Hoseok pero éste la ignoró. Desde que Jin había confesado que era mayor que todos, ya era muy fácil para los demás desobedecer al gemelo, pues él ya no era el hyung más grande de la casa. 

-Jimin, a mí no me va mucho la vanidad -suspiró Yoongi al notar la aflicción en los ojos del rubio-, pero puedo asegurarte que no eres feo, deja de verte al espejo o lo romperé de una patada. 

Jimin asintió mirando hacia sus zapatos de diseñador, que para sorpresa, no eran nada cómodos. 

Un calor se extendía por su pecho cada que los chicos le reprendían por sus inseguridades. Incluso llegaba a disfrutar que Jungkook lo vigilara a la hora de la cena. 

Nadie se burlaba de su cuerpo, de su temor al comer cosas fritas, de su piel pálida y de sus uñas quebradizas. Para los chicos, Jimin era él, Jimin.

-Si te sigues acomodando la ropa, la gente notará que no es tuya -le dijo Taehuyng despertando a Jimin de sus recuerdos.

-Tae, sinceramente no quiero ver a tus amigos, los zapatos que me diste me lastiman.

-Después de que veamos a mis amigos, te compraré unos tenis cómodos. Por ahora disfruta los lujos de tu vestimenta. 

Jimin puso los ojos en blanco y asintió, si bien era un chico bastante preocupado por su imagen, no era un verdadero admirador de la alta costura. Él sólo sabía que estaba usando ropa cara y unos zapatos que para lo único que servían era para verse bonitos.  

Abscon  (BTS FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora