Abscon (BTS FanFic)

Capítulo 26, Venganza

Cuando Jinwoo entró a la casa de los Min, un hueco abismal se formó en su estómago. Mino tenía la nariz rota y Hanbin apenas podía abrir el ojo derecho, pues estaba completamente hinchado y rodeado por un intenso color violeta. Pero eso no era lo peor. 

Lo que le heló la sangre, fue ver a un enfermero al borde de un ataque de pánico mientras Jiyong lo apuntaba con un cuchillo de carnicería. En la mesa del comedor, Agust yacía anestesiado, completamente dormido mientras la sangre brotaba de su rostro. Sus nudillos estaban ensangrentados, tenía el labio partido y arañazos en el cuello.

Y su rostro, ¡Oh, mierda! chilló Jinwoo en sus adentros; observando incrédulo una enorme laceración que le atravesaba la ceja, el ojo y el inicio del pómulo.

-¿Q-Qué carajo pasó? -preguntó, olvidando de pronto que hacía más de un día no tomaba una sola gota de agua o comía algo.

-Min Yoongi, eso pasó -escupió Hanbin-. El muy hijo de puta tiene amigos que lo cuidan como perros falderos.

"Entonces de eso hablaban en el bosque" cayó en cuenta Jinwoo, sintiendo que su pecho se llenaba de un calor incómodo.

-¿Qué ocurre con Agust? -Jinwoo sintió la boca seca.

-Ocurre -masculló Mino, levantándose furioso hasta él- que fuimos tres personas contra cuatro porque a un imbécil se le ocurrió ir a buscar a Min Yoongi a Seúl.

-Pregunté qué le pasó a Agust -le respondió el castaño comenzando a impacientarse-, no pedí tus patéticas excusas. Se supone que eres un asesino, ¿no? ¡Mira cómo te dejaron!

-Hijo de perra -el Mino lo tomó por el cuello-, ¿quieres averiguar si mi cuchillo se clava en tu garganta?

-¡Suéltame! -Jinwoo lo empujó- Tu tiempo para demostrar que sirves de algo se terminó, idiota. ¿Qué le pasó a Agust?

-Yoongi le cortó la cara con un trozo de cristal -se burló Jiyong junto al enfermero-, ¡Quién lo diría!

El castaño se acercó hasta la mesa y observó con horror la herida de Agust, cubierta por puntos de hilo de sutura. Su rostro estaba hinchado, amoratado e irreconocible.

-¿P-Perderá el ojo? -musitó.

-¡No, no! -el enfermero negó angustiado- ¡La herida sólo es profunda arriba de la ceja y en el pómulo! La piel de su párpado sólo está abierta.

Jinwoo asintió sin apartar la mirada del gemelo. La ira se arremolinaba en sus adentros al recordar que Min Yoongi sólo tenía moretones en la cara y pequeños raspones. 

-¡Hijo de perra! -gritó, golpeando la mesa donde el gemelo yacía anestesiado- ¡Te voy a matar, Min Yoongi!

-¡Pero qué romántico eres! -se carcajeó Jiyong detrás- ¿Qué vas a hacer? ¿Sentarte en una banca de Seúl a esperar como un imbécil de nuevo?

-¡Cierra la puta boca! -escupió Jinwoo furioso, ganándose una mirada molesta del tío de Agust- Voy a hacer el trabajo que ustedes no pudieron hacer.

El cuerpo le temblaba, tomaba colérico bocanadas de aire. Su pecho subía y bajaba violentamente mientras observaba al asustado enfermo, que curaba llorando a el gemelo rubio.

Introdujo la mano en el bolsillo del pantalón de Agust y sacó esa preciosa navaja que llevaba consigo siempre. No podía esperar a que los demás se recuperaran, tenía que matar a Min Yoongi ahora. Salió por la puerta principal dando un grito furioso, azotando todo lo que se interponía entre él y su destino. 

Pero al bajar los escalones hacia el jardín, su cuerpo cedió ante la impresión de ver a Min Agust con el rostro abierto como un filete, pues hasta ese momento, lo concebía como un hombre inmortal. Y ahora, estaba dormido en una mesa con las ropas llenas de su propia sangre.