Capítulo 5

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Andre

Andre soltó un largo suspiró y se pasó las manos por el cabello rubio moviendo sus mechones cuándo sus ojos azules se posaron en la pequeña sala de estar de la casa de su abuela, ya ni siquiera puede ver los muebles porqué esta llena de artículos de bebé, hay ropa por montones, pañales y botes de leche, incluso casi se cae por culpa de un par de patitos de hule que hicieron un extraño ruido cuándo los piso.

— Ay dios — Dijo para sí al ver todo — ¿Y donde pondré todo esto en la habitación? Apenas y caben mis libros de medicina — Después bajó la mirada para ver a esa bebé que lleva recargada en el pecho — Pero no te preocupes bebé, ya haremos un lugar para todas tus cosas —

Obviamente la bebé no dijo nada, incluso es muy pequeña cómo para soltar un balbuceo, ni siquiera puede su cabecita, pero tiene sus manitas aferradas a su camisa, las mejillas rojas por estar dormida tanto tiempo y sus ojos están muy abiertos al ver las locuras que le trajo su abuela.

— ¡Vamos Andre, alégrate un poco! Todas estas cosas cabrán en tu habitación, solo mueve tus libros de medicina — Le dijo su mamá mientras luce emocionada por un pequeño pañalero rosado que se muere por ponerle a la bebé  — Tener un bebé no es lo peor del mundo, sino pregúntale a tu papá —

Andre tomó asiento en el sillon, cansado cómo nunca antes lo había estado, se siente cómo si hubiera envejecido en menos de unos cuantos días.

— Bueno, papá es millonario, él tiene dinero para mantener a sus hijos, pero yo... — Se recargó en el sillon con la bebé sobre el pecho mientras le acaricia la espalda — Pero yo apenas entré el hospital, mi sueldo como médico es nefasto y la bebé necesita muchas cosas, sin decir que los pañales y la leche son carísimos, sino puedo buscar un empleo, me declaró en quiebra—

Su mamá rodó los ojos como si estuviera diciendo algo exagerado, después tomó asiento junto a él, esa reina de Inglaterra y doctora, luce tan juvenil que la bebé podría ser su hija y no su nieta, aunque al bajar la vista ya puede ver ese pequeño vulto en su estómago, ahí donde estará su próximo hermano. Su madre le quitó a la bebé de los brazos para recostarla sobre su pecho, porque mágicamente esa bebé se dejó consentir por su abuela.

— Regresa al palacio Andre, allá no tienes que preocuparte por nada, sabes que yo me haré cargo de la bebé y no es que te quite tú responsabilidad, pero puedo ayudarte y lo sabes — Le dijo con cariño sin dejar de mirarlo — También podrías aceptar el dinero por ser miembro de la realeza, tú sabes que con ese dinero no tendrías que trabajar jamás, podrías tener tiempo para el hospital y para cuidar de la bebé, pero por favor regresa —

Por un momento Andre sí quiso aceptar, la tentación de ser parte de la realeza de nuevo es muy grande y extraña demasido su antigüa vida, pero también quiere ser capaz de sobrevivir fuera de todos esos lujos.

— Yo no quiero regresar mamá — Le contesto con total sinceridad— Se todo lo que tengo y que podría ser millonario si yo lo quisiera,  pero también quiero probar que puedo ser más que un príncipe que siempre vivirá del dinero que le de el rey —

Su mamá se mordió el labio nerviosa y envolvió con la manta rosada a la bebé, se puso en pie con la niña recostada entre sus pechos, tan agusto que al parecer no quiere alejarse de ahí.

— Me llevaré a la bebé unas horas conmigo — Le dijo sin pedirle permiso, Andre también se puso en pie negando con la cabeza.

— ¿Al palacio? — Preguntó horrorizado — No, no la llevarás ahí —

— Claro que si Andre y no me pongas contra, él palacio es mi casa y ella es mi nieta, claro que la llevaré conmigo y la consentire muchísimo ¿Verdad preciosa, qué querrás más a tú abuela? — Dijo su madre llenando de besos las   mejillas de su nieta — Además, quiero ver que cara pone tu papá, dios, ojalá y le de un infarto y yo tenga que curarlo —

El Rey (Saga Médicos Parte 3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora