Andre
— A esto se le llaman clases de un papá seductor empedernido — Dijo su padre mirando la ventana de la casa desde lo lejos, se paso las manos por el cabello y sonrió ampliamente — A esto se le llama practicar para lograr ser un buen trepador de ventanas —
Su padre soltó un suspiro como si estuviera recordando sus buenos años de vida, según a escuchado por los pasillos del hospital, a su padre aparte de conocerlo como el mayor mujeriego de Londres, se le conocía como el príncipe que aparecía en las ventanas de la jóvenes más hermosas de la ciudad, perece tan feliz de estar aquí, que detuvo todo, incluso dejo su fiesta de lado y se tomó el tiempo para enseñarle, pero Andre no tiene esa valentía y negó con la cabeza al ver la altura.
— No creo que pueda hacerlo, no se me dan bien...— Dijo pasándose las manos por el cuello mientras baja la voz — Ya sabes papá, no soy tan valiente para esas cosas —
Su papá lo miró de reojo, se quedó un segundo callado y lo golpeó levemente en el hombro.
— Andre, tu heredaste todo de mi, solo que no quieres darte cuenta, pero tienes razón, a ti se te da bien ser doctor, enamorara enfermeras, leer libros y jugar ajedrez y quizá espantar a algunas chicas con tu inteligencia — Su papá se rio con fuerza espantando a sus guardias — ¿Quieres que ese nuevo doctor te la gane? Porque yo también tuve que pelear con un doctor, claro, mis encantos terminaron hipnotizando a tu mamá —
Andre paso saliva y negó com la cabeza, sin dejar de mirarla su reloj de mano, porque tiene, necesita y desea tener a su bebé con él de nuevo.
— No, claro que no, yo no voy a pelear con ningún doctor — Contesto con burla mirando el palacio a lo lejos, lleno de esplendor por la gran fiesta — De seguro terminará asustado por mamá —
— Tú mamá asusta a todo el mundo, pero ese doctor debe saber que tú también estás detrás de esa perfumista — Su padre lo tomó de las mejillas y lo apretó así como cuando era niño, quizá su papá aún lo sigue viendo como aquel bebé asustadizo — ¡Entonces Andre olvidate del miedo por una maldita vez en tu vida y entra por esa ventana! Si quedas herido, todo el dolor pasas cuando vez a esa hermosa chica...—
— ¡Papá! —
Su papá soltó una fuerte carcajada y lleno de emoción lo beso con euforia en la mejilla, haciéndolo sonrojar por ese acto de afecto delante de todos los guardias.
— No seas miedoso Andre, vamos, ponte los pantalones, ve y sube a esa maldita ventana ahora mismo —
Andre sintió el leve empujón que le dio su padre, y no se detuvo hasta que siguió caminando por los jardines tan codiciados de todo Londres asintió, pero antes de entrar a la propiedad, se dio la media vuelta para ver como el auto de su padre se perdió entre la calles, tomó una amplia respiración y siguió caminando sigilosamente cuidando de no arruinar las flores y tratando de esconderse entre los rosales azules y cuando las luces de la casa se encendieron, se acercó a los amplios ventanales y pudo escuchar los llantos de una joven, quizá de Paris, dramáticos, incesantes y dolidos, esta claro que el idiota de su hermano Christian la dejó plantada, porqué puede ver como sus padres tratan de consolarla.
Dios, definitivamente su hermano tendrá muchos problemas.
Pero Andre siguió su camino sigilosamente hasta llegar a la habitación de London, trepar no debe ser fácil, menos cuando la casa es bastante alta y la habitación de esa doctora es la más alejada de todo, quizá su padre la hizo así, simulando una pequeña torre para que nadie se lleve a su hija, y es mucho más difícil porque la pared está llena de flores, así que con la pena y los nervios, se sujetó de esas flores y subio lentamente por la alta pared, sintiendo como el estomago se le revuelve por culpa del vértigo, y cuando se iba a dar por vendido para dejarse morir porque el miedo lo estaba matando, logró entrar por aquella ventana llena de cojines. y ganas de morirse por la altura,
— Bien hecho Andre, déjame decirte que creí que te moriría, por eso puse los rosales justo junto a la ventana, ya había calculado tu caída, pero no te morirste — Dijo London con felicidad malévola— Si hubieras caído sobre las flores de mi madre, ella se habría enojado y te todos modos estarías muerto —
Andre apenas y le puso atención, entró con agilidad, y cuando sus pies se sintieron seguros de nuevo, cerró la ventana y tomó asiento en el alféizar cubierto de cojines, mientras se quita el sudor de la frente.
— ¡Dios, creo que voy a vomitar! — DIjo con la voz entrecortada, soltandose unos botones de la camisa — Esta es una tontería London, entrar a tu cuarto es una vil locura, la próxima vez tocaré la puerta y su tú padre se enoja me importa un carajo ¡Tengo una hija! Quizá ahora esté con su madre, pero esa bebé depende de mí ¿Y si muero que será de ella?
London por un momento se quedó callada, como si le hubiera dicho algo doloroso, después solo caminó y tomo asiento en la cama.
— Lo se Andre, creí que seria divertido, pero la próxima vez mejor mandemos al hospital a mis padres — Contesto con una sonrisa gentil — ¿Y la bebé? Extraño verla en el hospital. Ya se que suena tonto, pero la hubieras traído contigo, así si te hubiera abierto la puerta —
Andre se paso las manos por el cabello y levantó su mirada azul.
— Esta con su madre, creo que ellas dos necesitan pasar tiempo juntas —
Pero un rastro de dolor pasó por el rostro de London.
— Yo pensé que ella no tenía mamá —
— Es un tema complicado del que no quiero hablar — Dijo Andre con crudeza, pero después sonrio ampliamente y miró a London — ¿Que le pasa a tu hermana? —
London negó con la cabeza y se tiro sobre las almohadas de su cama.
— Tú hermano la dejo plantada y no ha parado de llorar por eso —
Dijo London arrojando lejos sus zapatillas y metiéndose a la cama de nuevo — Bien que quieres que hagamos primero, porque aquí veníamos a trabajar, no a platicar como hermanos, ¿Podemos rezar, hablar o ya tener sexo? —Andre solto un fuerte carcajada, pero London le puso mano en la boca de inmediato
— ¿Tener sexo aquí? ¿Acaso crees que soy un adolescente para tener que esconderme? No London, conmigo no es así — Dijo en voz baja acercándose cada vez más a ella — El día que yo tenga sexo contigo no será en la casa de tus padres, eso tenlo por seguro
Y sin mediar otra palabra, la tomó se las mejillas y se dejó caer con ella en la cama sin dejar de besarse, sintiendo la respiración de ambos, el dulce toque de sus labios y el olor dulzón de su perfume, sin duda le está dando unas buenas clases de anatomía
Su padre estaría orgulloso de él
Pero los celulares de los dos comenzaron a sonar de forma estruendosa, él no contesto, pero London se puso de pie de inmediato, y Andre se acomodó la camisa revisando el celular impaciente porque Rose aún no aparece con la bebé
¿Y si se la llevó?
Imposible, Alexandra tiene que estar con el, entiende las necesidades fisiológicas de su bebé, pero con él esta segura y la extraña, la extraña tanto que se siente inquieto sino la tiene cerca,
pero en ese momento London se acercó con el rostro tan blanco como el papel.— Lo siento muchisimo Andre — Dijo London aferrando el celular a su pecho com el rostro llenó de horror — Pero tu hermano está medio muerto, tu madre está a punto de tener un complicado parto y la hija del primer ministro quizá este muerta —
Nota de la autora
¡Veamos a los médicos en acción!!
Jajajaja les dije que se avecinaba el drama en su estado más puro y telenovelesco, lo bueno es que Andre logro subir a la ventana sin morir en el intento.
🥰😍🥰😍
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El Rey (Saga Médicos Parte 3)
RomanceDesde pequeño Andre siempre ha tenido claro que quiere ser él mejor médico de Londres, incluso más que su madre, la reina de Inglaterra, pero su obstáculo no es la cantidad de trabajo en el hospital o sus pacientes, sino que es un príncipe sumido...