London
Cuándo detuvo la motocicleta, la llanto rechino, no porqué fuera rápido, sino porqué la arena provocó que lo hiciera. Desde que es pequeña siempre ha sido fanstica a las playas, sobretodo de las inglesas, con sus inmensos paisajes y su agua helada.
Al contrario de sus hermanos, que adoran las cosas francesa.
— Dios, esto fue una vil locura, creí que moririamos, a partir de hoy guardare dinero para comprarme un auto — Dijo Andre quitándose el casco y sacudiendo su cabeza para acomodar su cabello — Vamos, quizá tenga dinero guardado en mis osos de peluche de cuando era pequeño, no dejaré que mi hija pase por esto de nuevo —
London quien trae a la bebé en brazos, la besó en la mejilla y se deleitó con su suave perfume
— ¿Verdad que fue un viaje increíble, Alexandra? — Dijo moviendo las manitas de la bebé — Prácticamente no puede hablar, pero yo sé que dice que sí
Andre se soltó los primeros botones de su abrigo y suspiro, mostrando una suave sonrisa que ilumina su rostro.
— Quizá no habla porqué esta asustada — Él extendió sus manos y trato de quitarle a la bebé, pero no pudo — Ven cariño, yo te cuidaré mejor —
London se alejó unos pasos divertida adentrándose mucho más en la arena, pero la bebé al contrario de llorar, recargó su pequeña cabecita en su pecho, cerca de sus senos, no porqué tenga hambre, sino, para escuchar los latidos de su corazón y conocer su aroma, como su fueran madre e hija.
— Ella quiere estar conmigo, acéptalo Andre, soy mejor — Dijo divertida posando sus labios en la frente de esa pequeña — Soy pediatra, los niños me adoran, huelo bien, siempre tengo dulces, hacía perfumes y...—
— Y haces orales espectaculares — Interrumpió Andre sin descaro caminando detrás de ellas con una sonrisa burlona, London negó con la cabeza y lo fulminó con la mirada.
— No digas eso es secreto médico, iba a decir que los bebés me siguen, y tu hija hace lo mismo, incluso de forma especial — Dijo al arroparla mucho más para que ambas estén cubiertas y cerca la una de la otra — Es cómo si sintiera que yo soy su mamá y eso me encanta...¿Y tú, porqué dices que hago orales en público?¿Qué no eres tímido y vergonzoso? —
Andre compró un par de bebidas y comida de los pequeños puestos iluminados esplendorosamente junto a la playa, él esta disfrutando de su nuevo sueldo gracias a las operaciones que realiza, luce feliz caminando detrás de ellas con su gran abrigo y con los brazos llenos de comida, aunque deberían de tener pequeños bikinis porque están en la playa, y ella estaría feliz de verlo en poca ropa, pero el clima en las playas inglesas es tan frío que nadie usa bikini, sino abrigos.
— Yo no soy tímido y no vergonzoso, pero no soy un descarado que dice las cosas en todo momento — Comentó mirándola de arriba a bajo — Esto solo se dice con alguien especial —
London se sonrojo por completo, quizá sus mejillas se pusieron más rojas que el cabello de las mujeres de su familia, está misma vergüenza fue la que sintió cuando Andre la vio desnuda por primera vez en aquel consultorio del hospital.
— ¡Andre, por dios! — Dijo avergonzada.
— Es la verdad, jamás tengas vergüenza de decir lo que quieras — Dijo burlándose claramente — Yo puedo decir que me gusta la forma de tu trasero, es, dios, es perfecto —
London corrió rápidamente hasta él y le cubrió la boca con su mano para hacerlo callar.
— Shsh, los príncipes no dicen esas cosas —
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El Rey (Saga Médicos Parte 3)
RomanceDesde pequeño Andre siempre ha tenido claro que quiere ser él mejor médico de Londres, incluso más que su madre, la reina de Inglaterra, pero su obstáculo no es la cantidad de trabajo en el hospital o sus pacientes, sino que es un príncipe sumido...