Capítulo 22

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Helena

Helena, Helena — Dijeron esas suaves vocecitas, esas pequeñas manos aferrándose a sus piernas y esos ojos llenos de diversión, con cuidado de no ser descubierta, bajó la mirada y vio a esos dos pequeños niños escondidos debajo de la mesa — ¿Nos puedes dar dinero? Las hermanas mayores dan dinero —

Helena entrecerro los ojos al ver a sus hermanos y dejó de ponerle atención a la voz de su asesora, esa señora que le clases de comportamiento e historia para convertirla en la próxima reina de Inglaterra cuándo sus padres mueran, esta aburrida, cansada y la realeza es un peso que la deja agotada, por eso discretamente les dio un par de libras a esos dos  rubios, llenos de cocholate y que son el terror el palacio de Buckingham.

Esos dos niños son temidos por todos el palacio, son la versión más demoniaca de su padre.

— ¿Porqué estan desnudos? — Les pregunto en voz baja revolviendoles el cabello para dejarlos despeinados, ambos se miraron y soltaron una risa perversa.

— Somos tarzar — Dijeron con una sonrida — Y tarzar está desnudo y suelta gritos como una animal, ¿Sabes que mamá nos estaba siguiendo para regañarnos? Es que pegamos nuestros pequeños traseros desnudos a la ventana. ¡No le digas que estamos escondidos aquí! ¡¿Pero nos llevas a comprar un helado?! —

Helena no pudo dejar de ver a sus hermanos, son preciosos aunque sean unos demonios que se metan a su cuarto para sacar su ropa interior y salir corriendo con ella por todos los lugares, pero los quiere, así que les sonrío y estaba a punto de hablar, pero el golpe de un libro sobre la mesa los asusto y ambos aferraron a sus piernas, al levantar la vista, solo vio a su asesora demasiado molesta. 

— Una reina no tiene esas distracciones — Dijo aquella mujer mientras se acomoda sus gafas — ¿Así de distraída estarás cuándo tengas la Corona? Por eso todo el mundo cree que tu hermano es mejor, por lo menos él pone atención a mis palabras

Helena que lleva en la sangre pasión y la furia herencia de su madre, se puso de pie llena de molestia. Está harta de que todo el tiempo la comparen con su hermano, por eso arrojó el libro lejos de ella llena de coraje y hablo duramente.

— ¡Y también una reina sabe cuando no quiere hacer nada! — Dijo con las mejillas rojas —  ¡Vayase ahora mismo! Lamentablemente mi hermano no sera él rey, seré yo y les demostraré qué seré tan buena reina como mi madre —

Cuándo aquella mujer abandono la sala, Helena soltó un suspiro y tomó asiento de forma desaliñada, está harta de seguir cientos de reglas, por eso se soltó el cabello y rio con locura igual que su madre, más cuando sus las gemelas y Bella llegaron corriendo por el pasillo porque la vida de ellas es mas fácil.

— ¿Y si le pedimos dinero a papa? — Dijo Bella moviendo su cabello largo y oscuro

— ¿Para qué? — Contestó Helena mirandolas con sorpresa a todas. No cabe duda que sus hermanas están locas.

¿Acaso ella también estará loca?

— Pues para ir al cine Helena — Dijo una de las gemelas mirándose delante del espejo para acomodar su ropa — Queremos ver chicos guapos, ya me aburros de los médicos de mamá y los guardias de papá, necesitamos hombres malos, de esos que causan infartos —

Helena se mordió el labio y carrapeo nerviosa, quisa su actitud es distinta, reservada y fría, en comparación con sus hermanas que disfrutan de la vida loca, porqué ella desde que era pequeña sabía que toda la reposabilidad caería sobre sus hombros, quiza por eso es más tímida con sus sentimientos  

El Rey (Saga Médicos Parte 3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora