Andre
Esta vez Andre no se levantó por el sonido de los autos al pasar afuera de la casa de su abuela, ni por los golpes en la pared de la vecina, tampoco por los llantos de la bebé, está vez y como hace tiempo no hacía, se levantó por el espléndido olor de las rosas del jardín de su madre, un olor que sólo se encuentra en el palacio de Buckingham, así que tomó asiento en medio del cómodo colchón, asustado y algo agitado de despertar de nuevo cómo si viviera su antigua vida, hasta incluso puede sentir la brisa del aire y los rayos de sol tocando su rostro.
— Hemos venido a dejarle el desayuno — Le dijo uno de los sirvientes después de abrir las pesadas cortinas dejando entrar la luz a la habitación — Es su desayuno favorito, su padre pidió que se lo trajeramos —
Andre asintió y entreabrio los ojos para contemplar el fabuloso plato de comida delante de él, para ver la cama grande y la habitación espaciosa, una sola habitación que es incluso más grande que toda la casa de su abuela, él ya quisiera tener un desayuno así todos los días, pero come cereal o la comida barata de los hospitales.
— ¿Y la bebé? — Preguntó mirando entre las sábanas de la cama — Estoy seguro de que por la noche deje a mi hija dormida aquí —
El sirviente contestó rápidamente antes de salir de la habitación
— Sus hermana se llevó — Dijo mirando en dirección de la ventana — Pero están en los jardines —
Andre se puso en pie y caminó hasta los grandes ventanales de la habitación, efectivamente Helena camina entre los jardines con la bebé abrazada a su pecho, una pequeña bolita viviente que lleva un gracioso traje amarillo que resulta con la luz del sol, quizá su hermana la pasea para que le de un poco de sol o porque quizá le gusta uno de los nuevos guardias y caminar así es una excusa perfecta para verlo
Comió rápidamente su desayuno como todo un médico experimentado en la rapidez, se vistió con su antigua ropa y bajó corriendo hasta con su hermana esquivando a los guardias, los cuadros, los sirvientes y las extrañas estatuas del palacio, una buena parte de él no quisiera irse jamás del palacio, es su casa, y tiene una muy buena comodidad, pero ya no se siente parte de esto.
— Deja de ver a ese guardia Helena — Le dijo al oído a su hermana — Harás que papá lo despida por tu culpa —
Su hermana soltó una sonora carcajada, se dio la media vuelta haciendo batie su vestido primaveral y le sonrio ampliamente.
— Papá está más ocupado tratando de contener las ganas de tener novio de las gemelas, con los dramas de Bella y las travesuras de las pelirrojas, sin contar sus tardes enseñándole a conquistar a los chicos — Dijo en medio de una sonrisa mientras se despide de su sobrina y la deja de nuevo sobre su pecho — Andre, vamos, tu eres el más normal de la familia, por lo menos déjame disfrutar de esté momento antes de que todos crean que soy una muñeca que llegará a ser reina algún día, vete, vete Andre, que estás espantando a mi próxima conquista —
Andre no dijo nada, pero antes de alejarse sonriente por el jardín, beso la mejilla de su hermana y se alejo de ahí con la bebé en brazos.
Pero esta vez no fue al hospital, es su día de descanso o eso se supone, porque un médico jamás descansa, llegó a la casa de su abuela esperando encontrarla para dejarle a la bebé, sin embargo, no la vio por ninguna parte, así que recostó a la bebé en el sillon para cambiarle el pañal.
— Bueno Alexandra, creo que esta noche tendrás que venir a trabajar conmigo — Le dijo cambiando su pañal como un experto al tener tantos hermanos — Solo procura no llorar por un pequeño ratito y te prometo que la próxima vez, descubriremos porque tu mamá te dejo conmigo
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El Rey (Saga Médicos Parte 3)
RomantizmDesde pequeño Andre siempre ha tenido claro que quiere ser él mejor médico de Londres, incluso más que su madre, la reina de Inglaterra, pero su obstáculo no es la cantidad de trabajo en el hospital o sus pacientes, sino que es un príncipe sumido...