Capítulo 26

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London

— ¿Seguras que necesito una ducha? — Dijo mirando el vapor que sale de la tina — El clima esta lluvioso y hace frio, yo creo que podría durar unos días más sin bañarme, además no huelo mal y si entro a esa agua, me podría enfermar, se los digo yo que soy doctora —

Las dos sirvientes de la Corona soltaron un suspiro, le quitaron la bata con facilidad y la obligaron a tomar asiento en el interior de la bañera, pensó que se moriría de frío, pero el vapor y el agua caliente la hicieron sentir tan bien, que relajo su cuerpo al momento.

Que bien se siente bañarse.

¿De verdad no quería bañarse señorita? — Dijo una de la sirvientas — El agua se ha hecho negra, solo a usted se le ocurre venirse caminando en medio de los pastizales y el lodo —

London removió el agua con sus manos, efectivamente se hizo negra, todo gracias al lodo que soltó su cabello, pero agua limpia cae de pequeñas llaves con caras gárgolas doradas, y las burbujas apenas y la dejan ver todo.

¿Pero ella como iba a saber que al rey le gusta este lugar? Esté viejo castillo gótico en medio de la nada en Escocia, sin duda parece la casa de Drácula, es de piedra oscura y terrorífico, es como si estuviera en un cuento se terror.

— Vamos, pero sino solté tanta mugre, además, sucia y todo, pero el príncipe así me quiere, mi mugre le atrae — Dijo soltando un par de carcajadas mientras las burbujas se pegan a su cabello

—  Niña, que si estaba muy sucia, apestabas a vaca — Dijo una sirvienta mientras la ayuda a tallarse el lodo se la espalda — ¿Segura que no eres indigente? —

London trató de contestar pero aquellas mujeres lavan su cuerpo con rapidez.

— ¿De dónde conoce al príncipe? — Le preguntaron de nuevo.

London logró por fin quitarse el lodo, mientras agua limpia llena la bañera de nuevo con aguas aromáticas, y cristalina.

— Soy doctora, soy su compañera de trabajo y a veces cuido a su hija —

— ¿Tú doctora? — Preguntaron al unísono esas regordetas señoras.

— ¿Pues que parezco? — Dijo London entre risas chapoteando el agua con sus piernas y volando el jabón por todos lados. 

Indigente

London soltó una fuerte carcajada ¿Ella indigente? Ella es la mujer más sofisticada del planeta, su padre la crió como una reina, entre compras y riqueza, pero le dio tanta risa que se hundió en el agua de la bañera en medio de risas que resonaron por toda la habitación, y cuándo  por fin esas mujeres se fueron, salió de la habitación completamente desnuda porque esta sola, sintiendo las puntas de su cabello tocar su trasero, con las gotas bajando por su abdomen.

La habitación esta completamente oscura, así que paso sus dedos por la pared buscando el interruptor de la luz, pero en cuanto las luces de la habitación se encendieron, soltó un grito horrorizada.

— ¡Andre! —

Ese médico ingles se dio la media vuelta de inmediato y se cubrió los ojos con el antebrazo, así que rápidamente corrió por la habitación y tomó su bata de baño. 

— Te juro que no vi nada — Contestó Andre con voz burlona — Pero tienes un pequeño lunar y rastros de jabón en el seno izquierdo —

London se cerro la bata de inmediato y se acerco a el para girarlo y que pueda mirarla.

El Rey (Saga Médicos Parte 3) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora