Andre
Andre solto un amplio suspiro y se acercó lo más posible a la sala de operaciones, le hubiera encantado atender él mismo a su trillizo, pero los médicos nunca atienden a sus familiares, por eso siente tan impotencia que no puede estar sentado, se pasa las manos por el cabello y mira el reloj con urgencia esperando que su hermano salga de una maldita vez.
Quisiera él mismo ayudar a su hermano, pero no puede más que observar a ese nuevo médico que al parecer le está salvando la vida a su hermano.
¿Pero que demonios estaba haciendo Christian en esas ventanas?
¡Está loco, una caída de ese lugar es muerte segura!
Por el rabillo del ojo logró vislumbrar a su otra trilliza, a esa rubia que corre hasta él por el pasillo, lleva su bolso cerca y su rostro lleno de miedo, y cuando estuvo cerca se arrojó a sus brazos.
— Debería ser yo quien estuviera atendiendo a Christian — Dijo al fin cerca del oído de su hermana quien se abraza a él — Me siento inservible como médico en este momento, por lo menos se que London esta atendiendo a mamá
— ¿Y entonces quién se quedaría conmigo Andre? — Dijo su hermana mirandolo a los ojos — Papá está con mamá, los más pequeños esperan en el palacio y tú eres el más cuerdo de todos, se que eres médico y que quisieras estar en la operación, pero nuestro trillizo estará bien, lo se, es como un sexto sentido —
— Lo se Helena — Contesto mirando a los asesores de la realeza por todos los pasillos del hospital — Pero también debemos cuidar del reino y sobretodo de nuestros hermanos pequeños mientras papá no está, no dejaremos que Inglaterra se desmorone —
Helena se paso las manos por el cabello y caminó de un lado a otro.
— Deberías de revisar a la hija del primer ministro, supe que su padre pide llevársela de inmediato del hospital, y aunque esté muy molesta por que arrojó a mi hermano, la conozco y no es una mala chica — Los ojos de Helena se pusieron rojos, pero se quitó las lágrimas con el dorso de la mano — Yo los vi caer, los vi estrellarse contra el suelo y si ambos sobreviven, tienen mucha maldita suerte —
Andre afirmó con la cabeza, besó a su hermana en la frente y se acomodó la ropa antes de comenzar a caminar hasta la habitación de aquella joven, pero antes de entrar se puso los guantes y se soprendio del silencio de la habitación, es como si aquella joven estuviera muerta, pero al acercarse abrió las cortinas y tomó su pulso, vaya que ella está viva, pero es como si estuviera en un sueño profundo.
Se acercó con una gasa mientras suavemente limpia la sangre de su frente, quizá su hermano se debate entre la vida y la muerte, pero ella, solo parece estar... dormida.
Sin embargo, de repente abrió los ojos, dorados y vibrantes, color de ojos que jamás en su vida como médico había visto.
— Descansa Olimpia, están muy golpeada — Dijo con calma al ver las heridas en su rostro — Terminaré de limpiar tus heridas y pediré que te den medicamentos para el dolor, ya todos sabemos que eres cliente regular de este hospital Olimpia
Pero ella no parece entender lo que le está diciendo, lentamente levantó su paso y la puso sobre su herida de la frente, pero sus ojos están perdidos, es como si viera a otra persona.
— ¿Christian? —
Andre solot una suave risa, no es la primera vez que lo confunden con su hermano, pero negó con la cabeza y trato de alejarse de ella, cuándo Olimpia se aferró sus a su traje médico.
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El Rey (Saga Médicos Parte 3)
RomanceDesde pequeño Andre siempre ha tenido claro que quiere ser él mejor médico de Londres, incluso más que su madre, la reina de Inglaterra, pero su obstáculo no es la cantidad de trabajo en el hospital o sus pacientes, sino que es un príncipe sumido...