Estaré Para Ti- Shikasasu

Capitulo 56

Sasuke caminaba con cuidado, aún faltaban unas horas para que las pruebas empezarán por lo que decidió ir a caminar.

Casi no habían personas alrededor, por lo que estaba tranquilo.
Sin pensar a dónde se dirigía, dejó que sus pies lo guiarán.

Al llegar sonrió inconscientemente.

Era el lugar que Shikamaru le mostró, camino hasta el árbol, estaba por sentarse pero escuchó unas ramas moverse.
Volteó a ver y al no salir nada se dirigió hasta el arbusto donde provenía el ruido.

Al remover las ramas vió al conejo blanco de la otra vez.
Su sonrisa se amplió.
El conejo blanco estaba acompañando con otro negro, ambos al escuchar el ruido atrás de ellos voltearon a verlo.
El pequeño conejo blanco, al reconocerlo, corrió hacia él dejando al otro conejo, este lo vió con la cabeza de lado y moviendo sus orejas.

–. Hola pequeño.– sasuke se inclinó y dejó que el conejo se subiera a su regazo.

–. Perdón por no venir antes, estaba un poco ocupado.– acarició su cabeza.

El conejo blanco movió la cabeza, en busca de más caricias.

El conejo negro se acercó de forma lenta, como si estuviera midiendo el terreno para saber si era seguro.
Sasuke dirigió su mirada a el conejo negro, se quedó quieto para no espantarlo y esperó a que este llegará hasta él.
Una vez el pequeño conejito negro estuvo delante de él acercó su mano de forma lenta, pero se detuvo al ver que se hizo para atrás.

El conejo blanco movió su nariz, se bajó del regazo de Sasuke y caminó al lado del otro conejo.

–. Parece que tienes un amiguito más.– sonrió y colocó ambas manos en sus muslos.

El conejito blanco empujó al negro con su cabeza para que se acercará a Sasuke, pero este dudaba en hacerlo.

–. Y es muy lindo.–

Los ojitos del conejito negro brillaron y poco a poco se acercó, Sasuke levantó la mano para acariciar lo y el conejito se encogió un poco en su lugar y escondió su cabeza en sus patitas delanteras..

–. Tranquilo, está bien, no voy hacerte daño.– sonrió.

El conejito asomó su cabeza por debajo de sus peluditas patas, al ver la sonrisa de Sasuke salió totalmente de su pequeño escondite.
Se subió a su regazo con cuidado y Sasuke acercó su mano a su cabeza, el conejito empezó a olerlo, movía su naricita y sus orejitas bajaron lentamente, posándose en la parte tracera de su cabeza.
Al ver ésto, Sasuke decidió acariciar al conejito, este gustoso, acepto las suaves caricias brindadas en su cabeza y orejitas.

El conejo blanco, al igual que el negro, bajó sus orejitas; pero a diferencia del otro, las bajó quedando estás a lado de sus mejillas regordetas, agachó su cabezita de forma triste al ver que la atención del lindo humano ya no estaba en él.

–. Ven aquí pequeño.– la voz de Sasuke resonó con dulzura y el conejito blanco alzó la mirada posando la en él.

–. No creas que me he olvidado de ti.– extendió su otra mano, esperando a que el conejo blanco se acercará para acariciarlo.

Esté se acercó alzando sus orejitas y sus ojos volvieron a brillar.

–. Tú también eres muy lindo.– acarició sus orejitas de forma cariñosa.

–. Me quedaré un rato más con ustedes, debo ir a realizar unas cosas.– suspiró cambiando su expresión a una más triste.
–. Aunque me gustaría quedarme aquí y no ir.–

El viento golpeó las hojas y las ramas de los árboles, haciendo que estás danzarán con algo de fuerza.

El ruido de algunas hojas secas siendo pisadas se hizo presente a sus espaldas, logrando captar la atención de Sasuke, quien detuvo los movimientos de sus manos haciendo que los conejos, que estaban acurrucados y empezando a quedarse dormidos, alzarán la cabeza en busca de más caricias.
Ambos animalitos al ver la cara seria del lindo humano se levantaron completamente, moviendo sus orejas y sus narices; queriendo saber el motivo del cambió de expresión del lindo humano, empezaron a buscar a su alrededor.

El conejo negro se bajó del regazo de Sasuke y al hacerlo su vista se posó en otro humano que estaba parado a unos metros de donde estaban.
Inclinó su cabeza a un lado, movió su nariz y sus orejas, luego de unos segundos examinando al humano pudo reconocerlo. Acercándose a él.

El otro conejo se quedó a un lado de Sasuke, sin apartar la vista del otro humano con cabello de piña.

Estaba analizando los movimientos de ese humano, para ver si era un peligro para él o para el lindo humano a su lado.

Sasuke se quedó viendo sus muslos, tenía una idea de quién podría ser él que estaba detrás de él.

–. Hola amiguito.– se agachó y cargó al conejo.

Sasuke se tensó al escuchar su voz.

El conejo blanco se subió a su regazo y posó sus grandes y brillantes ojos en el rostro de Sasuke, al notar que este estaba tensó, llevó su cabeza a sus manos y las empujó suavemente queriendo llamar su atención.
Al lograrlo, Sasuke sonrió un poco al ver que el conejo trataba que le diera más caricias para tranquilizarlo.

El contrarió empezó a caminar con el conejo en brazos y se detuvo al estar a un paso de Sasuke.
Dirigió su vista a la espalda de este y sintió su corazón latir rápidamente.

Sasuke se levantó, aún sin voltear y sin dejar de acariciar al conejo.

–. No pensé encontrarte aquí.– escuchó a sus espaldas.

–. Ni yo.– su voz era seria.

–. Pero me alegra verte, Sasuke.– sonrió, sentía que su corazón en cualquier momento se le saldría.

Había esperado tanto ver y hablar con Sasuke, que ahora que lo tenía enfrente no sabía que decir exactamente.
Ya tenía pensado lo que quería decirle y aclararle, pero parece ser que su cerebro quedó totalmente en blanco al momento de verlo.

–. Me gustaría decir lo mismo, Nara.–

Shikamaru borró su sonrisa.

Tenía tiempo desde la última vez en que Sasuke lo llamaba por su apellido.

Y no le gustaba que volviera hacerlo.

Era como si regresará al tiempo en el que no se dirigían ni la mirada.

Sasuke dió la vuelta y lo vió seriamente, para después dirigirla al conejo blanco.
Se inclinó y lo dejo en el piso.

–. Nos vemos después pequeño.– acarició su cabeza y le sonrió.

Se levantó y volvió a su expresión seria.

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