Capítulo 21

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Natalia.

Héctor se sentó junto a mí. Él y Matías me dejaron en medio de ellos.

-¿Me permites darte un abrazo? -me preguntó Héctor.

-C-claro -respondí. Era raro que él me pidiera eso después de todo lo que ha pasado.

Me abrazó con fuerza, como si me estuviera protegiendo y me sentí bien, era tan alto como Matías y su barba llevaba días sin afeitar.

-¿Conoce a mi madre? -le pregunté cuando la limusina avanzó.

-Sí, la conozco bastante bien -respondió con la mirada al frente.

-¿Quién es?

-Se llama Akira, vivía en Tokio.

-¿Vivía? ¿quiere decir que...?

-Oh, no -me miró- dije que vivía porque ahora vive en Yucatán, ahí es donde iremos.

-¿Entonces es japonesa?

-Sí.

-¿Voy a conocerla?

-Claro, a menos que no quieras.

-Sí quiero... ¿puedo preguntarle algo?

-Lo que quieras.

-¿Por qué ahora se está comportando de esta manera? Hace años me odiaba.

-Creí que eras hija de Sandra y Miguel, lamento lo que hice en el pasado, espero que puedas perdonarme. Bueno, tu mamá es mi mejor amiga, es mi hermana, algo así como Diego y tú. Me buscó hace unas semanas para contarme lo sucedido y ahí supe que tú eres su hija.

-¿Ahora me dejará estar con Matías?

-Sí, no puede haber mejor chica que tú para hacer feliz a mi hijo.

El resto del camino la pasé abrazada de Matías.
Katheryn se quedó dormida en brazos de su papá cuando éste decidió sentarse con ella. El papá de Diego se fué con el chofer, dijo que se sentiría sólo si se sentaba con nosotros.

-Ya nada nos va a separar -me dijo Matías en el oído.

-Gracias por salvarme -le besé la mejilla.

-No, no -negó con la cabeza- no puedo aceptar tus agradecimientos.

-¿Por qué? -fruncí el ceño.

-Porque quiero que me agradezcas de diferente manera -puso su mano por encima de mi interior.

-No empices, Cooper -sonreí.

-¿Te refieres a que me detenga? -presionó.

-Sí -apreté los labios- no estamos sólos.

-Ven aquí, Dupeyron.

Me besó sin quitar su mano. Le puse una en su cadera para acercarlo más a mí, bajó la cortina para que nadie nos viera. Me senté a horcajadas en él, metió sus manos a mi pantalón para acariciar mis pompas. Levanté su playera, pasé mis manos sobre su abdomen y escuché un gemido de él.

-Cállate -le dije en el oído.

-Es que el pequeño Matías acaba de despertar -sonrió.

-Oh -miré hacia abajo, tenía un gran bulto, algo que me hizo excitar aún más.

Me senté a su lado, le bajé el cierre y desabroché su pantalón.

-¿Qué haces? -me preguntó.

-Voy a acariciarlo -metí mi mano bajo su bóxer.

-Na... Natalia... -jadeó cuando sintió mi mano apretarlo.

Tu Recuerdo (Completa✔) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora