Capítulo 24

1.4K 127 6
                                    

Diego.

Estaba en la cocina sirviéndome un vaso con agua cuando ví entrar a Jessy.

-Buenos días, papá -me dijo.

-Buenos días, cariño -sonreí.

Se sentó en un taburet sin dejar de mirarme.

-Quiero pedirte permiso para salir -me dijo.

-¿A dónde y con quién?

-A caminar a la playa con Mauricio.

Me acerqué a ella frunciendo los labios.

-¿Ese chico realmente te interesa? -le pregunté.

-Sí, mucho.

-Prométeme que si te hace algo o te obliga a hacer cosas que tú no quieres vas a decírmelo.

-Te lo prometo -sonrió.

-Quiero que confíes en mí. No soy un papá gruñón, sólo me gusta jugar así contigo y con Ingrid.

-Lo sé, papá.

-Te quiero, hermosa.

-Yo también te quiero.

Me puse entre sus piernas para abrazarla, era tan pequeña y aunque tuviera quince años siempre iba a tratarla como si fuera mi hija de cinco años.

-¿Qué está pasando? -preguntó Katheryn con los brazos en jarras.

-Buenos días, amor -le dije.

-Hice una pregunta -estaba seria.

-Nos estábamos abrazando, ¿tiene algo de malo? -le pregunté.

-Estabas entre sus piernas.

Levanté las cejas y me alejé de Jessy.

-No pensarás que estábamos haciendo algo malo, ¿o sí? -pregunté.

-Ustedes díganmelo.

-No empecemos con una discución, Katheryn. Se supone que me tienes confianza, ni siquiera te pones así cuando estoy con Natalia.

-Los dos sabemos que le gustas a Jessy.

-Perdón que me meta -dijo Jessy- pero Diego ya no me gusta. Ahora quien me gusta es Mauricio. Y me ofende que pienses eso de mi, Katheryn -se bajó del taburet- Deberías confiar más en tu novio, sólo le estaba pidiendo permiso para salir.

Se fué algo molesta.
Dí un largo suspiro y luego pasé mis manos por el cabello.

-Voy a caminar por la playa, hablamos después -le dije.

-¿Quieres que te acompañe? -me agarró del brazo.

-No, quédate aquí.

-Perdóname -me abrazó- sé que estuvo mal en hablarles de esa manera.

-Sabes bien que no me gustan los celos. Si algo te molesta lo platicamos, pero no hagas una escena.

-No volverá a pasar -dijo llorando.

-¿Por qué lloras? -me animé a abrazarla.

-Estoy en esos días del mes...

Abrí más los ojos. Ahora entiendo por qué se puso así, Katheryn no era celosa y confíaba en mí. Había escuchado antes que algunas mujeres tienen cambios de humor, y ella es una.

-Entonces perdóname por hablarte mal -le dije.

-No me hablaste mal.

-¿Puedo hacer algo por tí?

Tu Recuerdo (Completa✔) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora