3.- Aceptación

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Intenté tragar la galleta lo mejor que pude y luego tosí cuando lo logré, medio asfixiada aún. Ino apareció de pronto a mi lado, mientras la puerta de la entrada estaba cerrada.

-Sakura, ¿estás bien?- Me preguntó, pero la tos seca que salía de mi garganta me impedía hablar, me di cuenta que mi mejor amiga tenía un semblante preocupado.- Te daré un poco de agua, espera.- Corrió hacia la llave y tomó un vaso, llenándolo rápidamente con el líquido que salía del grifo, mientras yo casi sentía que me moría.

Se acercó a mí y me extendió el vaso, yo tomé del agua, esperando que aquel ardor en la garganta desapareciera y la tos se fuera también. Una placentera sensación sentí cuando el agua fría hacía contacto con mi garganta.

-¿Mejor?-Inquirió.

-Sí.- Dejé el vaso sobre el pretil de la cocina.- Gracias.

-Eso ganas por comer tan rápido, frentesota.- Me regañó mi mejor amiga con el apodo que me tenía desde que éramos unas pequeñas niñas.

-Bueno, eso me pasa porque me hiciste venir desde otro continente sin comer, puerca.- Refuté, riendo.

Se sentó a mi lado y rio igual que yo.- Hay pizza en el refrigerador, creo que eso podría llenarte más que una galleta.- Dijo con suavidad.

-Tengo más sueño que hambre, así que mejor mañana me llevas a desayunar.- Sonreí.- Luego de unos segundos en silencio, me atreví a preguntarle a Ino lo que tanto me estaba carcomiendo, vacilé y me dediqué a juguetear con mis dedos de mi mano.- Oye Ino...Sasuke, ¿es tu novio?

Me di cuenta que la rubia se ponía más contenta de lo normal, Ino siempre se ponía muy feliz con este tema del romance y derivados.

-Y lo que más amo.- Afirmó sonriendo.

Intenté poner mi mejor cara.

-Y por qué no me lo había contado señorita.- Me hice la indignada.

-Porque... llevo un mes saliendo con él.- Ino ya estaba un tanto más roja.

-¿Un mes? ¡Nuestra última llamada fue ayer!- Le recalqué.

Ella se encogió de hombros en su lugar, y jugueteaba con cabello de una manera nerviosa.- Bueno, bueno, quería darte la sorpresa.

-Pues, lo lograste. Pensé que después de lo de Shikamaru, tú ya no...- me quedé a la mitad de la frase, pero ella me entendió.

-Sí, yo también pensé que no podría salir de eso. Si no, no hubiera salido del país como una cobarde.- puse mi mano en la de ella en signo de apoyo.- Pero conocí a Sasuke y...lo amo.

-¿De verdad?- retiré lentamente mi mano de la de ella.- Hace un mes que salen, qué tanto lo puedes conocer.- musité. No quise sonar ruda, pero hice todo lo contrario, mi tono de voz no lo pude controlar; es como si estuviera con esa configuración.

-Lo suficiente, Sakura.- me miró seriamente.- Pensé que estarías contenta por mi.

-¡Lo estoy!- y lo estaba de verdad, pero algo se removía dentro de mí, algo que me hacía sentir confundida. Ese tipo de confusión cuando no te lo explicas, el por qué las cosas avanzan tan rápido y cambian de un día para otro.- Estoy feliz de que hayas seguido adelante con tu vida, me pones el ejemplo.- admití.

-¿Qué quieres decir con que te pongo el ejemplo? ¿Sigues enamorada de Sasori?- saltó hacia atrás mirándome con los ojos como platos. Yo me espanté por unos segundos y rápidamente se lo corregí.

-¡Para nada! Eso ya pasó, a lo que me refiero es que, no te quedas estancada en un pasado; no como yo que sigo pensando en el accidente de mis padres.

SasuSaku |Manual de lo prohibido|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora