SasuSaku |Manual de lo prohibido|

10.- Revelaciones

-Hola.- musité, mientras mi mirada se fijaba más en Sasuke que en otra cosa.

-Sakura, mira, él es Sai.- me dijo Ino, empujándome por el codo hacía el par de pelinegros. Extendí la mano para saludarle y él respondió mi saludo.

-Hola.- me dijo, con una sonrisa un tanto...¿falsa?

No estaba muy segura, pero sentía dentro de mí como dos partes; una atenta a descifrar la sonrisa de Sai, pero la otra atenta a Sasuke. Segura la fierecilla estaba dentro de la segunda.

-Bueeeno...- empieza a decir Ino.- Ya se conocieron, ¿a dónde quieren ir?- preguntó, un tanto

-¿Quieren desayunar en...?- la voz de Sasuke habló por fin, y yo, completa, me perdí en ella.

Dejé de oír entonces la conversación que tenían los tres, de hecho, mis ojos estaban tercos y habían dejado a mis otros sentidos inactivos, ya que ellos se aferraban a mantener la vista en Sasuke. Los labios de los demás dejaron de moverse, luego me miraron. ¡Reacciona! Me ordenó una voz en mi cabeza, entonces mis sentidos comenzaron a activarse de nuevo. ¡Shannaro! Probablemente habré quedado como una tonta.

-¡Sakura!- me sacudió la rubia.

-¿Eh?- musité, terriblemente desconcertada.

-¿Que si quieres desayunar pizza?- me preguntó mi amiga y yo sólo asentí.

¿Cuánto tiempo me habían estado hablando?

-Vamos, entonces.- concluyó Sasuke.

Nos dejaron pasar primero, y luego en la Hybrid de Sasuke nos dirigimos a un pequeño local de pizza, que desprendía un olor mañanero a queso derretido y salsa abarcando alrededor.

Nos sentamos en una mesa, Sasuke e Ino a un lado y Sai y yo en el otro. Ambos enfrente de ambos. Ino se veía muy contenta para mi gusto, como si sus planes malvados estuvieran dando resultado. Ella me miraba con una sonrisa de oreja a oreja y yo con una ceja levantada de: "¿Qué pretendes, cerda?

-Pidamos la pizza típica, para que Sakura pueda probarla, apuesto a que jamás has probado una hecha en Italia.- dijo Ino.

-Eso es obvio, Ino, ya sabes que no.- dije, riendo.

Con la mirada le dije: Cerda.

Y ella con la suya: Frente.

Luego de unos minutos, la pizza estaba servida enfrente de nosotros; y el olor a queso y salsa se desprendía en cada mínimo movimiento que le hacíamos a la pizza. Me sirvieron dos rebanadas, que inmediatamente me comí, ya que sabía delicioso; mientras que intercambiábamos la típico información de los que recién conocen.

Yo miraba a Sasuke sólo cuando me aseguraba cuando nadie me veía a mí, evitando ser descubierta mientras lo apreciaba en cada acción que daba, cada gesto que hacía y cada palabra proveniente de sus labios. Él era hermosa a su propia hermosa y ni siquiera se daba cuenta de eso.

Al terminar, fuimos a caminar a uno de los tantos canales. A la fierecilla no le gustó para nada que Ino y Sasuke se adelantaran, dejándonos atrás; sin embargo, él es su novio...tiene todo el derecho a hacerlo. Miré la unión de sus manos y la compatibilidad entre ambos, las miradas, sus gestos, su aspecto: todo era como si al juntarlos formaran un equilibrio, el ying y el yang. Algo golpeó en mi estómago, se sintió como si dentro hubieran tirado un piedrita a alguna de sus paredes. Como cuando un bebé patea, pero no en esa forma.

-Sakura.- Sai musitó mi nombre y me giré a mirarlo.- Eres muy distraída, ¿no?- sonrió.

-¿Disculpa?

-Te llamé como tres veces y parecía como si estuvieras en tu propio mundo.- explicó.

-Oh, sí, perdóname.- gesticulé con la mano.

-¿Piensas en algo acerca de ellos?- adivinó, increíblemente rápido, haciendo un asentimiento de cabeza en dirección a su primo y amiga.

-¿Eh? ¿Por qué dices eso?-pregunté, nerviosa mientras me ordenaba un poco el pelo.

-No sé, quizá porque te les quedaste mirando con profundidad.- se encogió de hombros.- Esas son unas de las acciones que hace una persona atenta a otras, lo leí en un libro.- dijo y yo reí aún más nerviosa.

-La verdad, sí.- admití.- Pienso que de verdad están hechas el uno para el otro.- dije y la fierecilla no estuvo para nada de acuerdo conmigo y me rasguño allí dentro.

El ceño del chico se frunció y su mirada se posó en el suelo, mirando sus pies al caminar.

-Sí.- farfulló.

-No te oyes muy convencido.- acusé, repentinamente curiosa.

-No, si lo estoy.- balbuceó, pero se le escondía entre su voz algún cierto matiz de resignación.- Ino es muy buena.- la miró y sonrió...pero no de forma cínica como las veces anteriores.- Tiene una sonrisa muy bonita, sincera y resplandeciente; sus ojos azules y grandes son como si de verdad fueran una ventana de su alma; sus lindos gestos cuando te habla te hacen reír...¿has notado que cuando se encuentra con alguien se emociona muchísimo? Y luego ese abrazo que te da, emociona.- musitó, completamente perdido; creo que se olvidó que yo estaba justo al lado suyo.

-Espera, espera...¿tú...?-no pude terminar la pregunta, me llevé las manos a la boca cuando Sai me miró extrañamente con sus ojos negros como platos, como si haya soltado un secreto que no quería decir.

-¿Qué?- preguntó, con la voz temblorosa.

-¡Tú estás enamorado de Ino!- adiviné.

Ahora comprendía lo que Sasuke me había dicho el otro día, lo de que su primo estaba enamorado de una chica misteriosa. Por supuesto, no le quería decir, porque la "chica misteriosa" es su mismísima novia.

-¡¿Qué?!- bromeó, y pude jurar que vi el sudor perlar su frente.

-Por favor, ¡Soy mujer, a mi no me engañas!- no sabía por qué pero una sonrisa empezó a expandirse por mi rostro.

-¡Shhhh!- gesticuló, nervioso hasta más no poder.

-¡Entonces es cierto!- la sonrisa en mi rostro se ensanchó hasta más no poder.

-No digas nada, por favor.- me suplicó.

Me llevé ambas manos a la boca, tratando de aplacar mi emoción.

-Sakura, nadie lo sabe.- dijo, angustiado.

-Tranquilo, descuida...yo no se lo contaré a nadie.- dije tranquilizándolo, yo aún estaba un poco emocionada.

-Soy un pésimo primo.- exclamó, gesticulando desesperado.- ¿Quién se enamora de la novia de alguien cercano?

-Oye, tranquilo.- a juzgar por su expresión, pareciera que estaba a punto de llorar. Le puse mi mano en su espalda para reconfortarlo un poco.- No eres el único, he oído de bastantes casos.- enrosqué mi brazo al suyo, como si ya le tuviera la suficiente confianza para hacerlo; pero él no se quejó.

-Sí, pero no es bueno que me pase precisamente a mí, ¿sabes lo que es tener que soportar cada beso, o caricia entre ellos; cuando por dentro duele?

-Sí.-dije, inmediatamente, sin saber por qué, era como si la otra parte fuera la que hubiera hablado.

-¿Ah si? ¿Te has enamorado del novio de tu hermana?

-Pues no, soy hija única.- reí, pero volví a la seriedad de nuevo.- Pero te entiendo, extrañamente. Es como si quisieras escapar de la escena cuando ellos se besan, salir corriendo y borrar el recuerdo en tu mente; pero mientras más lo intentas se vuelve más nítido.

-¡Exacto! Vaya, nunca pensé que hubiera una persona que me entendiera en ese aspecto.

-¿En qué aspecto?- de pronto la voz de Sasuke apareció en la conversación, materializándose.

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