40.- El indicado

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Bajé del taxi y caminé hasta alguna banca vacía, esto no era como los parques de Venecia, pero sí muy parecido. Ubiqué una no muy lejos y al llegar hasta ella me senté, el frío metal me hizo estremecer la piel al contacto. Me llevé las manos a la cabeza cuando el aire me acarició en un soplo. Podía ver a Sasuke en mi futuro, pero Ino era parte de toda mi vida; allí estaba ese maldito dilema de nuevo, ¿es que nunca iba a terminar? ¿Había una solución acaso? Sollocé en silencio, ¿qué era lo que yo quería? Quería ser feliz al lado de Sasuke y daría mi vida por compartirla con él. Pero el fantasma de Ino seguía allí y eso no me dejaba avanzar nada. Aunque ella ya estaba muy lejos, ¿no? ¿Qué podía perder ahora? Pero, ¿De verdad valía la pena? Quería saber qué tanto me quería Sasuke, se me amaba como yo lo amaba a él y si esto valía el riesgo.

Se hizo tarde, entre cavilaciones y dilemas, el silencio pintó su ocaso; super que era mejor irme ya. Y aunque había pasado el tiempo, no quería pensar en que Sasuke, quizá esta vez hubiese dejado de perseguirme, ¿y si lo hizo? Y ano podía con tantas dudas, mañana regresaba a L.A y si Sasuke no apareciese de nuevo, entonces no le importaba tanto como decía.

Tomé otro taxi para que me llevara al hotel, siendo ya las ocho de la noche. Rogaba al cielo por una señal, lo que fuera, algo que me indicara que correr el riesgo valía la pena. Algo que me dijera que Ino estaría buen fuera cual fuera mi decisión. En ese momento pensé en algo que no me había pasado por la cabeza: Sai. Pero al instante aparecieron como reacción secundaria. ¿Sasuke estaría enterado ya de que su primo está enamorado de Ino? ¿Sai seguiría enamorado de Ino? ¿Qué hizo después de que fue tras ella la vez que...? Lo último que supe fue lo que Hinata me había contado, pero eso no respondía mucho. Nada en realidad.

-Aquí es.- le señalé al taxista al ver el hotel. Pagué y luego me bajé del auto.

Había dejado trascurrir varias horas. No sabía qué había sucedido con mi exposición, con Sasuke, no sabía nada. Me reí de pensar que las dos veces que he presentado la exposición he huido sin estar en el final. Pobre Lee, tenía que recompensarlo de alguna manera. Subí hasta mi habitación, con el plan de llamarlo. Él era el único informante de todo.

Pasé la tarjeta para abrir la puerta y la calidez de mi habitación me invadió al instante. Sobre la elegante alfombra verde olivo que tapizaba el suelo, había un sobre ancho y rectangular con mi nombre en la cara superior. Cerré la puerta y me agaché para levantarlo, curiosa. Era delgado y liviano, lo que sea que trajera dentro era sólo un cartón o algún papel duro. Lo abrí, más curiosa que antes y cuando saqué su contenido, pude ver qué era.

Había un par de fotografías, sólo dos. El corazón me palpitó con esos latidos tan conocidos y enamorados. En la primera fotografía había una palabra que fue retratada en algún negocio, como los carteles o letreros que se pegan a las vitrinas o cuelgan de la parte superior de la entrada. La segunda fue tomada en algo de algún adorno romántico para San Valentín y allí estaba mi señal. Juntas decían "Te amo". Estaba casi segura de quién las había enviado, porque conocía la letra que dibujaba mi nombre en la portada. Di la vuelta a una fotografía y en la esquina inferior derecha decía "Sasuke".

Las lágrimas desbordaron por mis ojos. Él no iba a parar nunca, ¿verdad? ¿Qué más podía pedirle al cielo? Estoy hablando de Sasuke Uchiha, no necesitaba otra señal...me estaba demostrando que me amaba tanto como yo lo amaba a él. Quería mi final feliz, ¡lo anhelaba! ¿Pero dónde estaba Sasuke? Giré por costumbre mi cabeza en todas direcciones, pero era un cuarto de hotel, allí no había nadie excepto yo. Mañana me iba, ¿dónde diablos estaba Sasuke ahora? Corrí rápidamente hacia el teléfono y marqué a Lee. Las lágrimas no tardaron en salir porque no contestaba.

-No, Lee no. No me hagas esto ahora.- susurré al dejar pasar cuatro timbrazos sin que me contestara.

Otros dos más y me mandó al buzón.

SasuSaku |Manual de lo prohibido|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora