SasuSaku |Manual de lo prohibido|

42.- Un nuevo Manual de lo prohibido

Sasuke

Contemplé por un rato a la pareja frente al altar y luego mi mirada se posó hacia la chica que estaba sentada a mi lado. Los recuerdos salieron a florecer en mi cabeza, haciéndome fruncir un poco el ceño por la nitidez con la que proyectaron.

Mientras el sacerdote hablaba uniendo a la pareja frente a él, recordé las palabras de Ino el año pasado. Me golpeaba el pecho con fuerza y rencor mientras me miraba con sus grandes ojos azules y lloraba sin contenerse.

-¡Vete detrás de ella entonces!- me decía.- ¡Alcánzala porque el amor de tu vida se escapa.- me golpeó por doceava vez el pecho.- ¡Ve por ella! ¿¡Qué esperas?!

-Ino.- musité.

-Debí de haberme dado cuenta antes.- gritaba.- ¡Nos hubieras ahorrado todo esto!- manoteó, cansada.

-Tranquilízate.- tomé sus muñecas en un reflejo.- No te engañé, Ino.- expuse.- Ella me robó un beso, pero estaba ebria.

-¡Pero tú no!- exclamó con voz estrangulada zafándose del agarre.- Además, el que haya o no estado ebria no quita que se haya enamorado de ti.- señaló un papel en la mesa arrugado violentamente.- ¿Y sabes qué es peor?-sollozó.- Que tú perfectamente cuerdo te enamoraste también de ella. De mi mejor amiga.- gimió.

-Ino.- le dije tomando mi distancia. Lo que menos quería ella era mi presencia, se notaba.- No quise dañarte.- expliqué.- Simplemente...no pude controlarlo.

Recordé entonces el primer día que descubrí que sentía algo por Sakura. Aquella vez que ella veía una película de terror y de cierta manera, sin explicarme cómo, quería protegerla entre mis brazos y luego jamás dejarla ir. Con el paso del tiempo me di cuenta que me gustaba estar a su lado, pasar las horas en su compañía.

-¡Pero pudiste decírmelo!- las palabras de Ino continuaron.- No había necesidad para que me hirieras de esa forma.- sollozó de nuevo.- Pero soy la estúpida, ¿sabes? Debí darme cuenta, cómo mirabas a Naruto cuando se le acercaba, o la forma en que te comportabas con ella...

Mi rostro se endureció al recordarlo. Ese usoratonkachi...cada vez que se le acercaba sentía una furia devastadora, una inquietud por querer alejarla de Naruto. Algo que en ese momento me inundaba de pies a cabeza y que no podía explicarme la razón. Ahora lo sabía.

Volví a perderme en el recuerdo, en la escena de aquel día.

Me encontraba inmovilizado en el centro del departamento de Ino. Veo a Sai parado en la puerta e Ino entre sus brazos, sollozando en su pecho. Entonces, y solo entonces me di cuenta que yo había sido igual de ingenuo que Ino, ahora comprendía a quien era la chica que Sai amaba y por qué es que nunca me lo dijo. Estaba de pie allí, mirándome con la comprensión de un amigo, con el dolor de un primo; mientras Ino lo apartaba lejos llevándoselo consigo como el único apoyo con el que contaba.

-Acepto.- respondió ella.

Sakura se levantó de la silla y sacó su cámara fotográfica, le miré desde abajo, sentado aún.

El recuerdo continuó en mi mente.

Me acerqué hasta la mesa donde Ino había dejado aquel papel arrugado y vuelto a desarrugar. Curioso lo tomé entre mis dedos.

El corazón me volvió a palpitar cuando leí escrito del puño y letras de Sakura "juro que lo amo". Pero ya era demasiado tarde, su vuelo había partido y se la había llevado lejos. O tal vez no tan lejos.  Corrí a casa y empaqué mis cosas, llamé a Sai como cuatro veces, pero no contestó ninguna, así que le escribí un texto, diciéndole que me iba y lo sentía mucho.