13.- Dudas

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Ambos pegamos un brinco al oír la voz de Ino y ver el rayo de luz que la puerta abierta introducía a la habitación. Nos separamos tan rápido que no pude ni proceso la información del todo bien. ¿Ino? ¿Ella qué hacía aquí? ¿Eran ya los ocho de la noche?

-¿Por qué está tan oscuro?- preguntó y luego las luces me cegaron.

Parpadeé repetidas veces, atolondrada y desconcertada.

-Estábamos viendo un película.- explicó Sasuke, quien de repente se encontraba muy lejos, a diferencia de cómo lo había tenido antes.

¿Cuándo se alejó tan rápido?

-¿En serio? ¿Cuál?- preguntó la rubia, tratando de ver hacia el televisor y de descifrar a qué filme pertenecían esas escenas.

-Infectados.- dijo Sasuke.

-Sakura, yo no sabía que eras masoquista.- bromeó Ino y yo sólo entonces, cuando oí mi nombre, aterricé.- Esa película es aterradora.- musitó haciendo un mohín.- ¿Por qué la rentaste?

-Porque no sé italiano, ¿te parece una buena excusa?- musité, medio atontada. Aún no sabía qué había ocurrido y por qué Ino estaba allí siendo las siete con treinta. Ella soltó una risotada.

-Ino, ¿por qué llegaste temprano hoy?- preguntó Sasuke.

-Ah, hoy salí temprano.- se encogió de hombros. Se encaminó a sentarse al lado de Sasuke luego de dejar sus cosas en el peril de la cocina y lo miró para luego besar los labios de su novio, me giré instantáneamente, de pronto más aterrorizada por la escena que por el filme.

Oí el chasquido de sus labios unirse y quise taparme los oídos o subirle todo el volumen a la TV con tal de que me fuera imposible captar ese tipo de sonidos. La fierecilla apareció de pronto, atenta, molesta y enfurruñada. Se movía inquieta dentro de mi estómago y me rogaba que me levantara del sofá y me largara.

Miré por al colilla del ojo y pude verlos aún besándose. La fierecilla se removió y comenzó a rasguñar lastimosamente. Ahora era una sentimiento casi palpable, podía sentirlo con claridad dentro de mí, alguna especia de punzada cerca del corazón que hacía los latidos pasados, moribundos. Esto no debía de hacerme daño...pero me lo hacía.

Me levanté del sofá y quité la película del televisor. Hice ruido cuando el control del DVD se me cayó de la mano al presionar su botón con fuerza excesiva. Pero al menos sirvió para que Sasuke e Ino se dejaran de pasar microbios y me miraran.

-Perdón.- farfullé, arrepentida.

-¿No vas a terminar de verla?- preguntó ella.

-No, recordé que tengo que arreglar mis cosas.- dije, mientras ponía con movimientos torpes el DVD de nuevo en su lugar.

-Ay Sakura, pero tú nunca arreglas tu habitación.- me acusó.

-No me refiero a eso Ino.- la miré.- Lo que quiero decir es que mañana saldré con Naruto y me llevaré la cámara.- no sabía de dónde había salido la mentira, porque eso era una mentira; Naruto y yo no teníamos planes de nada.- Y por cierto, yo sí arreglo mi habitación, aunque no muy seguido.- Ino ignoró mi último comentario.

-¿Saldrás con Naruto de nuevo? Vaya, ¿cuántas veces son ya?- se emocionó y empezó a especular.

-No las cuento Ino.- dije y me reí.

-¿Y a dónde irán? ¿De nuevo a tomar café?

Miré el rostro de Sasuke, a un lado del de su novia curiosa y pude ver en él ese tipo de gesto que le producía cada vez que yo hablaba de Naruto: su ceño fruncido. Aquello me alentó a seguir con la mentira.

SasuSaku |Manual de lo prohibido|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora