15.- El juego de "diez"

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-Tell in spagnolo (Dile en español).- le farfulló Sasuke.

-No, mi vergogno (No, me avergüenza).- musitó Naruto, rascándose la nuca.

-¿E quando pensi di dirlo? Lei non capisce (¿Y cuándo piensas decirlo? Ella no entiende).- el rostro de Sasuke y su voz no tenía ese tono calmado y calculador.

-Perché so che ti piace l'accento italiano (Porque sé que le gusta el acento italiano).- Naruto se encogió de hombros.

-Non vedo il punto (No veo el punto).- Sasuke se cruzó de brazos y luego me miró.

No sabía cuál era mi expresión, pero hasta sentía un signo de interrogación dibujado por encima de mi cabeza. Odiaba no entender nada.

-Naruto dice que eres una bella princesa y que él le gustaría ser tu príncipe.- me dijo, pero parecía molesto.

-¡Ehi, non è giusto! ¡Teme! (¡Hey, no es justo! ¡Teme!).- protestó Naruto a Sasuke, enrojecido por completo.

Lo miré, enternecida.

-Qué lindo eres, Naruto. Gracias.- dije, y él enrojeció más. Sin embargo, Sasuke permanecía de brazos cruzados y rostro duro.

La fierecilla apareció de pronto, bailando de alegría porque creía que lo que Sasuke tenía eran celos y aunque no quisiera aceptarlo, a mí también me gustaba la idea.

La tarde había llegado y el sol se había ocultado ya en algún punto del cielo cuando volvimos al departamento. Había sido increíble haber pasado todo un día con Sasuke cuando no estaba en mis planes. Me sentía mal a veces de haber utilizado a Naruto en varias ocasiones para sacarle a Sasuke se rostro adusto y un ceño fruncido. Pero más allá de la remota culpa, se sentía bien.

-¡Uff! Fue un día magnífico el de hoy.- dijo el rubio, riendo complacido.

-Lo fue.- concordé.- Gracias, Naruto.

Besé su mejilla ligeramente coloreada por una bella pincelada rosa y crucé los dedos porque el ceño fruncido de Sasuke apareciera de nuevo en su bello rostro. Le miré por la colilla del ojo cuando me alejé de Naruto y lo vi con las manos en los bolsillos y la mirada baja, como si quisiera evitar ver. La fierecilla se decepcionó.

-Hasta luego, Naruto.- le dije.

-Hasta luego, principessa.- rió, tímido, luego di la vuelta y se introdujo a su departamento.

Miré a Sasuke quien ahora se despedía a Naruto con un asentamiento de cabeza, a lo cual el rubio también hacía lo mismo, ¿no le había afectado en nada mi patético intento por ponerlo celoso?

Bueno, no debería de darme tantas flores, al fin y al cabo Sasuke es el novio de Ino...no tengo que pensar que siente celos por mí.

Abrí la puerta del departamento de Ino y él me siguió.

-Son las seis treinta de la tarde, ¿algo que quieras hacer?- preguntó.

-Estuve caminando casi todo el día por la plaza, no creo que me queden ánimos de hacer algo más.- musité aventándome al sofá y dejando la rosa roja sobre la mesa de centro.

-¿Quieres jugar cartas?- sugirió.

-No, siempre me ganas.- dije con un puchero y Sasuke me vio divertido con su rostro orgulloso.

Nos quedamos callados por uno segundos, los cuales por mientras el azabache se sentaba al lado mío en el sofá. Mi corazón bombeaba más rápido de lo normal.

-¿Qué opinas si jugamos al juego de las diez preguntas?- dijo Sasuke.

-Bueno, creo que eso puedo hacerlo sentada aquí.- reí y me crucé las piernas sobre el sillón, acomodándome para quedar cara a cara con Sasuke.

SasuSaku |Manual de lo prohibido|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora