Dejo a Lexie en el Double Diamonds y vuelvo a casa sola. Una de las strippers del club va a enseñarle el local y luego irán de compras para buscarle algo de ropa para esta noche antes de que la peinen y maquillen.
Mi pequeña está hecha toda una mujer.
Volveré por la noche, antes de la subasta, para apoyarla. Para comprobar que de verdad quiere hacerlo. Y para asegurarme de que entiende que en las mamadas no se usan los dientes. Las obligaciones normales de una mejor amiga.
Cuando accedo a nuestro complejo de apartamentos con el coche, bajo la visera para que no me moleste el sol y la invitación que guardé ahí hace unos días se cae y me da en la cara.
La invitación a una boda. Se celebrará en menos de un mes. No soy ninguna experta en etiqueta, pero no creo que eso esté bien. Sobre todo cuando se trata de la boda de tu madre. Aunque es la tercera; quizá los parámetros sociales de las invitaciones de boda deberían ser más permisivos con cada unión, ¿no? Creo que esta también es la tercera boda de su prometido. Al parecer, tienen muchas cosas en común.
Veo un hueco enfrente de nuestro edificio y aparco ahí, pero no apago el motor. No tengo nada que hacer hoy y no me apetece estar sola, lo cual es una estupidez. Soy perfectamente capaz de entretenerme sola, siempre lo he sido, así que no sé por qué estoy tan inquieta hoy.
Harry.
Harry es la razón.
Harry me ha alterado y la verdad es que estoy deseando volver a verlo más tarde. Porque lo veré esta noche, ¿verdad?
Mierda, ¿qué pasa si no trabaja los sábados por la noche? Espera, qué tontería, es el dueño de un club de striptease, claro que trabaja los sábados por la noche. Pero esta mañana también estaba allí. Apuesto a que trabaja mucho. Joder, eso es muy sexy. Aunque trabaje duro vendiendo tetas y culos. Lo importante es sentirte orgulloso de tu trabajo.
Pensar en él me excita mucho. Es el chico malo por definición y me pone a cien de todas las maneras imaginables. Sé que debería centrarme en encontrar a un buen tío, pero los chicos malos son una verdadera delicia.
Creo que estamos destinados a estar juntos.
Y con estar juntos me refiero a en la cama. Destinados a estar juntos en la cama.
Follando.
O en el sofá. En su escritorio. En realidad, no me importa dónde mientras que ese hombre tan atractivo tenga sus labios sobre cualquier parte de mi cuerpo.
Y luego, quizá tengamos una cita y yo haré realidad mis fantasías con un chico malo. Iré a clases para aprender a bailar en la barra y le ofreceré una actuación privada. Follaremos en su despacho del club. Me llevará a dar una vuelta en moto. O quizá no lo vea nunca más, quién sabe. Ni siquiera me lo imagino en moto, así que puede que este sea el borrador de una fantasía.
Menos mal que soy flexible. Tengo que acordarme de mencionárselo.
Tamborileo con los dedos sobre el volante mientras pienso. Espero que acceda a mis planes sexuales, lo que significa que planeo tener un fin de semana de sexo desenfrenado y sin ataduras con él. No imagino por qué no querría aceptar, puesto que es una buena oferta, pero no lo conozco lo bastante como para saberlo. No sé casi nada sobre él, solo que debe de ser más agradable de lo que ha sido hoy con Lexie y conmigo. Y que es atractivo. Muy muy atractivo. También estoy bastante segura de que antes lo he pillado mirándome el culo cuando me he girado para contemplarlo por última vez mientras salíamos de la oficina, así que ya es algo. Está claro que es idiota, es la única explicación lógica para su falta de interés en mis pechos.
Pero está interesado. A lo mejor.
Apago el motor y entro en casa porque no voy a resolver nada quedándome en el aparcamiento. Además, mis opciones para el día de hoy están claras. Puedo ir a comprar, buscar un regalo para la inminente boda de mi madre y tacharlo de la lista de tareas. O puedo centrarme en Harry.
La elección es bastante evidente.