23

414 29 0
                                    

—Vale, ¿por dónde empiezo? —Miro la barra vertical y hago un giro de prueba. Con eso me refiero a que, con los pies bien apoyados en el suelo y sujeta a la barra con una mano, dejo que el propio peso de mi cuerpo me haga girar.

—Bueno, puedes empezar por quitarte los tacones de stripper. Como te rompas el tobillo, Harry me va a matar.

—Solo son mis tacones de siempre. Lo de tacones de stripper suena un poco ofensivo, ¿no te parece?

—Tú quítatelos.

Suspiro, me quito los zapatos de una sacudida y los aparto con el pie.

—Ni siquiera ofrecemos clases de baile, pero es curioso lo convincente que eres. —Staci frunce el ceño, como si no estuviera segura de cómo ha acabado aquí.

Estamos en la planta principal del Double Diamonds, en una especie de sala aparte. Se encuentra alejada de la sala principal, pero estaba vacía y las luces son tenues; parece la zona de un restaurante que no tiene ninguna camarera asignada. En el escenario hay dos barras verticales y se está algo más tranquilo porque hemos apagado los altavoces. La música del escenario principal está lo bastante alta como para que la oigamos, pero así podemos hablar.

—¿Estás segura de que a Harry le parecía bien? No quiero perder la beca —dice Staci.

Mmm. En realidad le dije que a Harry no le importaría; creo que en ningún momento comentase que le parecía bien. Cuando dije que no le importaría, me refería a que esa es mi impresión, no que hubiéramos tenido una conversación de verdad.

—Ser convincente es una cualidad positiva, ¿no crees?

—Eh, ¿sí?

Staci se encoge de hombros, como si fuera totalmente indiferente al valor de un argumento convincente. O a la habilidad de convencer a alguien para que te enseñe a bailar en una barra vertical.

¿Por qué se habrá referido a su trabajo como beca? ¿Será una especie de jerga de strippers?

Debería conocer la jerga.

—¿Por qué has dicho beca? ¿Acaso es una especie de término coloquial para referirse al trabajo?

—No. —Staci me mira como si fuera yo quien dijera cosas sin sentido—. Estudio Derecho en

la Universidad de Nevada, Las Vegas. Soy becaria en el club.

Claro. Becaria en el club. Estoy a punto de preguntar qué puñetas significa eso cuando Staci dirige la atención a otro sitio.

—Estamos entrenando —le dice a un tío que intenta entrar para mirar. Sonrío y lo saludo con la mano porque aprecio el apoyo. Si de verdad tratase de ganar dinero como bailarina, está bien saber que tengo potencial para ganar propinas. Además, llevo unos pantalones cortos de chándal, un sujetador de deporte y el pelo recogido en una coleta, así que tampoco es que esté poniendo verdadero empeño.

—¿Quién viene a un club de striptease a las once de la mañana? —pregunto a Staci en cuanto el hombre se marcha.

—Normalmente, los que trabajan por la noche; a veces los jubilados. En su mayoría son personas que están solas. El mundo está repleto de gente solitaria, Payton. Solo buscan un poco de interacción humana, dondequiera que puedan conseguirla. Tengo un cliente habitual que viene un día a la semana a beber café y a leer el periódico. Dice que le gustan las butacas.

Staci vuelve a encogerse de hombros.

—Vaya. Qué triste.

—Algunos solo son pervertidos habituales, si eso te hace sentir mejor.

good time.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora