NUNCA JAMÁS ME ENAMORARÉ DE TI (Peter Pan / Robbie Kay y Tú) OUAT

ACTUALIZANDO:

 Narras Tú:

 Seguí caminando de un lado a otro de la sala.

 Yo sé que prometí, que iba a intentar tomármelo con calma, pero esto es demasiado para mí; primero me sacan de New York, después me dicen que mis padres siempre estuvieron vivos y me vigilaban y como si eso fuera poco, resulta que mis padres son los personajes de cuentos.

 No digo que no sea posible, más bien digo que esto es algo extraordinario.

-¿_____? –escuché a Robin... Digo, mi padre que decía detrás de mí.

-¿Te encuentras bien? –preguntó Henry.

 ¿Qué si me encuentro bien?, ¿qué esperan que haga con toda la información que me acaban de dar?

-Dejen de hacerle preguntas a _____, necesita digerir lo que acabamos de decirle –dijo Regina.

 ¡Gracias al cielo!, hasta que por fin alguien entiende que esto no es fácil.

 Después de aproximadamente 5 minutos de caminar de un lado a otro, cavilar e intentar digerir todo, logré pronunciar mis primeras palabras.

-Así que... Regina y Robin... Son mis padres.

-Así es –dijo... Ritsa.

-Que en realidad son la Reina Malvada y Robin Hood.

-Exacto –respondió Radel.

-Alguien me quiere secuestrar.

-Sí –confirmó Robin... Digo, papá.

-Y me quiere quitar el corazón.

-Perfecto lo entendiste todo muy bien y de maravilla, debo admitir que me sorprendió que lo entendieras tan rápido... Se nota que eres mi hija –dijo Regina... La Reina Malvada... Mamá.

 Esto de cambios de nombres es un poco complicado.

-Pero hay algo que todavía no entiendo... ¿Quién me quiere quitar el corazón? –continué.

-Ahh –suspiró Henry a mis espaldas para luego decir- Peter Pan.

 Un momento, ¿escuché correctamente?, ¿acaso dijo Peter Pan?, decidí cuestionar no sin cierto temor por la respuesta que recibiría.

-Henry, dijiste, ¿P, Peter Pan?

-Sí –se limitó a decir mientras asentía con la cabeza.

 No puede ser, el héroe de mi infancia resultó ser un secuestrador, quita corazones, que casi se lo quita a Henry, y ahora... Va detrás de mi corazón.

-¿É, él es el que... ¿Te quiso quitar t, tú corazón?

-Sí... Fue él –respondió Regina, mientras daba un suspiro.

 Bien, no puedo hacer nada por mi pasado, y no pienso compadecerme a mí misma y mi historia, lo mejor que puedo hacer ahora es elaborar un plan para intentar protegerme; así que lo que dije fue.

-O... K, y, ¿qué haremos entonces?

 Todos voltearon a verme un poco sorprendidos, así que continúe.

-No pienso quedarme esperando para que llegue hasta mí y me secuestre, no quiero ser la damisela en apuros.

-Bien, me alegra que hables así, y justo por eso ya contamos con un plan de respaldo –dijo papá Radel.

-Esperen, ¿ya sabían que esto iba a pasar? –pregunté.

-No exactamente, pero si lo intuimos... Pan no se iba a rendir tan fácilmente, así que por eso creamos un plan para cuando el descubriera en donde estabas –respondió mamá Regina.