STORYBROOKE:

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 Narras Tú:

 Ese chico, Peter, es simpático, pero, ¿por qué debía tener unos ojos tan lindos?, ahora no quieren salir de mi cabeza.

-_____, aún no me respondes, ¿por qué estabas afuera?

-Ya te lo dije mamá, me había aburrido y decidí salir para tomar un poco de aire fresco –respondí.

 En realidad, no estaba mintiendo, ya que por eso Peter me invitó a salir al balcón.

-Está bien, pero no vuelvas a hacer eso, nos asustaste a todos, no tienes idea de cómo nos preocupamos.

-Lo siento mamá.

-Cariño, yo sé que no te gustan este tipo de eventos, pero... Intenta convivir un poco, ¿sí?, te hará bien.

-No prometo nada –dije sonriendo.

 Ambas seguimos caminando hasta llegar al salón donde estaban todos los invitados, justo antes de entrar mamá hablo.

-Bueno, no vuelvas a desaparecer así, ¿de acuerdo?, voy a ver cómo están los invitados, trata de hacer lo mismo linda –fue lo último que dijo antes de irse.

 Suspiré, tenía que entrar, me gustaría estar en otro lado, pero debo hacer esto, más que nada por mi familia, ellos han hecho muchas cosas por mí, así que es lo menos que puedo hacer por ellos.

 Luego de haber entrado, la fiesta se me hizo eterna, pero en comparación con otras cenas, en esta, el tiempo se fue un poco más rápido. Al fin todos se fueron y la celebración por fin terminó, eran las 3:00 am.

 Nos despedimos de los abuelos y fuimos a casa, llegué exhausta, los tres bajamos del auto y entramos, papá se dirigió a la nevera, mamá se sentó en el sillón y yo subí corriendo a mi habitación, lo único que quería era dormir, en lo personal el sueño reparador es muy importante, la verdad, no lo voy a negar, soy... Un poco vanidosa.

 Me recosté en mi cama y recordé la fiesta, todas las sonrisas que tuve que dar, el chico de los lindos ojos verdes, creo que él fue la mejor parte de la noche... Sí, definitivamente lo fue, de pronto me comenzó a dar sueño, mucho por cierto y estoy por cerrar los ojos cuando.

-No... Déjala en paz... Largo... Vete –dijo mamá desesperada, acercándose a mí.

 De pronto todo el sueño que tenía hasta hace un momento, desapareció.

-_____, ¿estás bien? –preguntó mamá.

-Sí, ¿qué pasó? –cuestioné comenzando a preocuparme.

 Justo en ese momento papá entró también.

-¿Fue él? –preguntó.

 Mamá afirmó con la cabeza, mientras lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.

-Rápido, no hay tiempo que perder Ritsa.

 Yo no sabía lo que pasaba, así que estaba muy confundida.

-¿No hay tiempo?, pero, ¿de qué? –pregunte intentando sacar un poco de información.

-_____, ¿recuerdas el "Plan de Escape"? –preguntó mamá mirándome con tristeza.

-Por supuesto que lo recuerdo, tú y papá me lo repitieron cada que podían –respondí, aún bastante confundida.

-Bien, es hora de ponerlo en marcha linda –me dijo y salió apresuradamente.

 Aunque no tenía idea de que es lo que sucedía, obedecí.

 En cuanto mamá salió de mi habitación, de inmediato corrí al closet, dentro del "Plan de Escape", estaba las maletas, dentro de ellas había ropa y productos de limpieza para mí, en si el "Plan", consistía en ir a otro lugar que solo mis padres sabían, lo único que espero es que no sea tan lejos.

 Bajé y mis padres ya estaban abajo, bastante preocupados, por cierto, no sé muy bien qué fue lo que paso, pero sé que todo lo hacen por mi bienestar.

 Subieron las maletas y otras cosas al auto, posterior a eso papá comenzó a conducir. Llevábamos un buen trecho, y ya habíamos salido de Nueva York, no quería que mis padres se sintieran incómodos, pero necesitaba respuestas así que comencé mi cuestionario.

-¿A dónde vamos?

-A un lugar donde estés segura –respondió mamá.

-¿Segura?, ¿de qué? –volví a preguntar.

-No lo entenderías –respondió papá esta vez.

-¿Por qué?

-Cuando lleguemos, te diremos todo –respondió mamá resignada y dando un gran suspiro.

 Ante esa señal me callé de inmediato, no sé qué está pasando, pero ya quiero llegar a nuestro destino para que obtenga la información que deseo.

 Después de unos cuantos kilómetros más por una carretera en el bosque, por fin llegamos, mire por la ventana y habíamos llegado a un pequeño pueblo, pasamos por varias calles, en una estaba un reloj, el cual marcaba las 5:00 am; al fin llegamos a una casa blanca, papá estaciono el auto afuera, mamá bajo y toco la puerta.

 Momentos después, mis padres y yo estábamos dentro de esa casa.

 La dueña de la casa llevó a papá y mamá a su estudio, supongo que debían estar hablando, ya que desde nuestra llegada la mujer que nos abrió se puso tensa y nerviosa; en cuanto a mí, creo que se olvidaron de que estaba aquí, ya que me dejaron sola en la sala.

 De pronto un joven en pijama apareció en las escaleras, y me observó por un periodo de cinco minutos, muy incómodos, por cierto, de la nada comenzó a caminar en mi dirección.

-Hola, soy Henry –dijo amigablemente, mientras se sentaba a mi lado.

-Mucho gusto Henry, yo soy _____ –respondí educadamente, luego añadí- ¿dónde estamos?

-En la sala de mi casa.

-No, eso... Ya lo sé... Me refiero a... El lugar –dije lo más cautelosa que pude.

-Cierto, acabas de llegar, nos encontramos en Storybrooke –respondió sonriendo.

-¿Storybrooke?, perdón pero jamás había oído sobre este lugar –dije extrañada por no saber el lugar exacto de mi ubicación.

-¿De dónde vienes? –pregunto él.

-De Nueva York –respondí.

-¿En serio?, mi papá vivió ahí un tiempo.

-¿De verdad?, y tú, ¿ya estuviste allí?

-No, aún no he ido.

-Deberías ir algún día, te podría mostrar el lugar.... Digo, solo si quieres.

-Me encantaría, le diré a mis madres –respondió sonriendo.

 Un momento, dijo ¿sus madres?, creo que no entendí, así que pregunté.

-¿Cómo?

-Oh, es una larga historia, pero dejemos de hablar sobre mí, mejor hablemos de ti, ¿qué edad tienes? –preguntó ladeando la cabeza.

-15 años, ¿y tú? –respondí y pregunté.

-22 años, ya soy un anciano –dijo en burla.

-No, solo me ganas por 7 años, aún eres muy joven

-Gracias, por cierto, lindo vestido –volvió a responder sonriendo.

-G, gracias –dije tartamudeando y sonrojándome levemente.

 La verdad es que estoy acostumbrada a que frecuentemente me digan que soy bonita, y soy consciente de que es verdad, pero casi nunca suena sincero, y él lo dijo de una forma realmente franca.

 Después de eso, no supe qué más decir, y al parecer él tampoco, así que decidí preguntar.

-Disculpa, ¿sabes por qué estoy aquí? –cuestioné, intentando sacar alguna respuesta.

 Pero no me pudo responder, ya que mis padres y la dueña de la casa estaban de nuevo abajo, junto con un hombre de barba.

-Bueno, creo que ya conociste a mi hijo Henry, yo soy Regina y él es mi esposo Robin.

NUNCA JAMÁS ME ENAMORARÉ DE TI (Peter Pan / Robbie Kay y Tú) OUATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora